viernes, 26 de mayo de 2017

Ambulacias

Ambulancias..
Casi todas las ambulancias me parecen sospechosas. Y algunas dan clara señales para desconfiar de ellas. Por ejemplo cuando ninguno de los que van a bordo utiliza el cinturón de seguridad. Es curioso ver a quienes viven levantado fiambres de la calle que se resistan a usar algo que podría salvarlos.
Lo único pensable es... serán tarados?
O cuando solo lleva un conductor y ningún medico o similar al lado. Si realmente estuviera de servicio, podría solo con eso de sacar al camilla, levantar al sujeto subirlo y conducir al hospital? Por todas estas cosas me parecen sospechosas..
Quien las controla, acaso algún policía se animaría a detener una de ellas y pedirle papeles, registro y matafuego? Constatar que realmente van a alguna emergencia o que llevan a un pobre desahuciado encima? 

Es fácil verlas surfeando el transito, con la licuadora y las balizas y entonces nos preguntamos..., irán a algún rescate o solo se les enfría la pizza? 
Varias veces las vi tranquilas por la Av. Gral Paz, y cuando parece que se hartan, encienden toda la parafernalia y ahí se vuelven inimputables, poderosas e imparables. 
La gente rápidamente se corre y sus luces y sonidos nos contagian la urgencia, el apuro y vertiginosamente se pierden en el transito. Solas, privilegiadas, sospechosas. Yo presiento que se ríen de nosotros.
Si, las ambulancias se ríen de la gente..

martes, 16 de mayo de 2017

Cuando los nazis vinieron...

CUANDO LOS NAZIS VINIERON
¿QUE HUBIERA DICHO JESUCRISTO?
Martín Niemöller, su autor, menciona que no se trataba originalmente de un poema, sino de un sermón en la Semana Santa de 1946 en Kaiserslautern, Alemania: “¿Qué hubiera dicho Jesucristo?”.
Esta cita frecuentemente se atribuye por error a Bertolt Brech.
"Cuando los nazis vinieron..."
Cuando encarcelaron a los socialdemócratas,
guardé silencio,
porque yo no era socialdemócrata
Cuando vinieron a buscar a los sindicalistas,
no protesté,
porque yo no era sindicalista,
Cuando vinieron a buscar a los judíos,
no protesté,
porque yo no era judío,
Cuando vinieron a buscarme,
no había nadie más que pudiera protestar.
Existen muchas versiones sobre este texto que como arriba señalé es atribuido erróneamente a Brech, abajo transcribo otra versión de este sermón que ha sido divulgada oralmente:
Y por mi vinieron, y nadie dijo nada...
"Primero vinieron a buscar a los comunistas, guardé silencio y porque yo no era comunista.
Luego vinieron por los judíos y no dije nada porque yo no era judío.
Luego vinieron por los sindicalistas y no dije nada porque yo no era sindicalista.
Luego vinieron por los católicos y no dije nada porque yo era protestante.
Luego vinieron por mí pero, para entonces, ya no quedaba nadie que dijera nada".
Martin Niemöller
1892 - +1984 Pastor protestante alemán encarcelado por los nazis
desde 1937 a 1945

viernes, 12 de mayo de 2017

Incondicionales.

Cuantas veces escuchamos hablar del amor incondicional.
Como una virtud, como algo que lo engrandece..le da otra dimensión.
Es virtuosa la incondicionalidad en el amor? 
Pero que significa esto?
Es la incondicionalidad en el amor lo mas deseado?.
Aquel amor que este siempre a nuestro lado, que nos proteja de todo, que nos quiera por sobre todas las cosas no dejando lugar para nada mas?
Es aquel amor que nunca nos abandonara a pesar de nuestros vicios y errores?
Al principio pueden creer que lo lograron...pero sepan que con el tiempo eso va perdiendo fuerza, la incondicionalidad se ve vencida por la realidad de nuestra propia naturaleza humana.
Y creo que la incondicionalidad es lo mas parecido a la sumision.

miércoles, 3 de mayo de 2017

El pequines.

Hace unos años vivía en Bariloche en un departamento del centro. Por supuesto tenia ascensor. En el depto de al lado vivía una pareja con un pequinés, bastante tranquilo teniendo en cuenta los hinchapelotas que son estos perros. 
Una tarde compartimos el ascensor con el perro y el vecino, un tipo joven quien me preguntó si me molestaba hacerlo...Le dije que para nada. Comenzamos la típica conversación hueca de ascensor hasta que le dije...
-Que tranquilo el pequinés...
A lo que respondió...
-Ah, no es un pequinés, lo que pasa es que el ascensor le agarro el hocico y así quedo.....se salvo de pedo..
Moraleja:
Ojo con los ascensores que le cambian la raza a los perros..