viernes, 11 de septiembre de 2009

Lolita Felicidad


-Te los recito por una moneda...de memoria...
La propuesta me sorprendio; no entendía bien qué era lo que hacía de memoria.


La peatonal de Mar del Plata estaba repleta de gente y la de esa chica no parecia ser precisamente una propuesta de aquellas. Perdido iba con mis pensamientos que decidi no darle importancia a la moneda...ni a su memoria.
Pero unas cuadras mas alla, la curiosidad me fue alertando.
¿Quien era esa chica, qué era lo que hacía.?.. ¿podría encontrarla aún si volvía mis pasos?.
Hice exactamente las mismas veredas. A medida que avanzaba especulaba con las habilidades de la chica y hurgaba en mis bolsillos para ver si tenia una moneda que las premiara.
A lo lejos la vi. Chiquita, con una chalequito blanco, no tendría mas de 23 años. Entre sus manos sostenía unos libros y en ese momento hacía su ofrecimiento a una pareja que no detuvo su camino. Podria acercarme a ella sin disimulos, o podria dejar que ella se acercara a mi.
Solo tenía que pararme frente a la vidriera y ella vendria. ¿Pero lo haria?,
Ya me habia ofrecido su memoria y yo no habia ni siquiera vuelto lento mi camino. Habia seguido, casi sin escucharla , creyendola una pedigueña mas en esa peatonal de vendedores ambulantes y gritos de oferta.
Lo decidi facil.
-Hola...mirandola...que es lo que hacés vos?
Me sonrio instantaneamente y me dijo:
-Recito poesias, de memoria, por una moneda.
Me quedé mirandola unos segundos...a que chica se le ocurriria semejante empresa, cuantas monedas podria juntar, cuantas almas sensibles podria detener en esa noche apurada de pizzerias y ropa trucha en locales ruidosos.
Con una poesia, algo que en esa calle no parecia tener lugar
.
-¿Y sabes muchas? Y ahi nomas fue presentando a todos los poetas rioplatenses mas famosos, y tambien algunos que fueron clásicos en posters de pared de aquellos lejanos años 70.
´-Y el libro que tenes en la mano...es sobre la vida de...¿Gilda?
No parecia tener mucho que ver dentro de ese firmamento de poetas famosos la presencia de la unica bailantera que suelo escuchar con algo de respeto.
-¿Ella te cuida?, arriesgué.
En Argentina la muerte tragica de Gilda desplego un fenomeno social importante. Casi una desconocida aún, Gilda al morir en un accidente en una angosta ruta entrerriana, dejó no solo algunas buenas canciones, sino tambien un mito que
las disqueras se encargaron de progresar. Gilda al lado de Dios, Gilda te escucha, Gilda sana.
- A veces creo que si, pero ella no es una santa, esta cerca de Dios, igual que Rodrigo.
Ah, bueno...! Hacía su aparicion otro trágico desaparecido. Tan joven, tan simpatico, se pegó un vuelco en su camioneta 4x4 una madrugada donde los tiempos eran mas cortos que la cantidad de shows que aun le faltaba hacer. Su velorio fue descomunal, muchisima gente lo lloro al pibe de ojos azules y hacedor de canciones que retrataban bien aquellos vertigos que el amor puede dejarnos. No pudieron resistir a santificarlo.
Pero como la cuidarian estos dos a la recitadora de la Peatonal San Martin?
- Hace un tiempo mi pareja me echó de casa, me dejó sola en una terminal en Mendoza, tenia hambre y no tenia un peso. De pronto aparecio un amigo, quien me pagó un plato de comida y me pago un hotel, pero eso no alcanzaba. Por suerte pronto cobre un trabajo de Barney...
-Eeeh..a que te referis?
- A que hacía de Barney en un Trencito de la alegria..y el calor te mata...entonces yo le pedía a ellos que soplaran algun vientito...y ellos lo hacían. Al poco tiempo cobré el trabajo y me vine para acá.
La miraba y me conmovia su sencillez, pronto me contó que habia hecho amigos, que podia ser feliz y que recitando podia vivir. Que en la calle se conoce mucha gente, que algunos luego de la poesia, se descargan con ella en historias tristes y a veces ella hace lo mismo con alguna persona.
Asi, como lo estaba haciendo conmigo.
Conversé un ratito mas...le di un billete y me miró agradecida. Habíamos hablado de muchas cosas y se la veía algo emocionada. Yo pensaba que esa recitadora era una linda historia de esfuerzo, de fe. Como tantas otras que podrian estar en esa peatonal en esa misma noche .
Tan sola, se la veia tan optimista...
-Chau le dije, dandole un beso, mucha suerte...
No me atrevi a preguntarle su nombre...pero no hizo falta.
-Me llamo Lolita Felicidad...me dijo despidiendome con la mano...
Felicidad, en una poesia triste, en una chica sola, en una noche que se vuelve mas oscura si las monedas no alcanzan a pagar la cama de hoy.
Pensé...¿cuando la felicidad no tiene algo de tristeza?
Y aun asi Felicidad era su nombre...
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1 comentario:

dulce dijo...

Vamos Fabi... La felicidad qué es? Una poesía? Una nube? El dinero para pagar la cama? o sólo la patética idea de desear que exista la felicidad. Me has conmovido... Creo que hoy conocí otra cara de Fabián. Besos.