Hasta donde podemos ser manipulados, quebrados en nuestra conviccion para hacer algo que creemos seriamos incapaces?.. Hasta donde una imagen de autoridad puede decirnos que hacer sin que nosotros tengamos una duda. Esa pregunta se la hizo Stanley Milgran, sicologo de la Univ de Yale, y sus resultados fueron aterradores. Corria el año 1963. .
Stanley Milgran se propuso saber cuanta maldad podemos experimentar. Con que docilidad seguimos ordenes de alguien a quien reconocemos un signo de autoridad. Puede ser tanto un uniforme o un guardapolvo. Y que tan poco cuestionamos esas ordenes .
El experimento consistia en voluntarios que recibirian 4 dolares cada uno y trataria sobre la memoria y el aprendizaje. Lo que no sabian era que todo era una farsa y que algunos actores participarian del experimento. Los roles serian de un cientifico, quien dirigiria el experimento y una alumno. Los voluntarios nada se imaginaban de todo este montaje . Una maquina que enviaba impulsos electricos castigaria al alumno cada vez que su memoria fallara. Se probarian los imperativos morales, ya que serian los voluntarios quienes accionarian la maquina .Ellos solo habian visto como la victima habia sido sujeta a una silla y conectada a electrodos. Pero luego ya no la verian, aunque escucharian sus gritos cada vez que fallara en la prueba. Esta consistia en una serie de preguntas que la victima deberia memorizar. Al principio todo iria bien, pero de pronto la victima fallaria en sus respuestas. Entonces el voluntario enviaria una pequeña descarga electrica. Las preguntas seguirian y los fallos tambien, las cargas serian cada vez mas poderosas, hasta que la victima empezaria a gritar. La prueba seguiria y ante cada duda del operador, el cientifico lo instaria a seguir, explicandole la importancia del experimento. Seria una orden firme, dada con seguridad, que no debian desobedecer. Los fallos seguirian y las descargas aumentarian. La victima ya no soportaria y pediria clemencia, piedad, solicitando abandonar el experimento. Pero el cientifico insistiria. Y la voluntario continuaria en la creencia de que la ciencia se lo agradeceria, sin medir el daño que le estaba ocasionando a otro ser humano. Lo haria preocupado, inquieto, sin demostrar placer. Pero obedeceria ante la orden del cientifico quien le diria.."Ud. debe continuar..." Lo harian, sabiendo el dolor que estaban inflingiendo.
Ningun participante aplico mas de 300 voltios. Algunos recien al llegar alli se detuvieron y cuestionaron el experimento.
El 65% de los voluntarios completo el experimento.. Luego de oir los gritos de dolor de las victimas y pedidos de piedad. No antes.
La maquina jamas envio una sola descarga. Era un truco.
En el año 1979 pude ver una pelicula francesa que se llama I...como Icaro...alli una escena recrea una sesion completa de este experimento. Y hace muy poco se repitio la prueba. Los resultados no variaron.
Que intento probar esta experiencia?. Nuestro grado de violencia desplegada ante una orden que creemos legitima?. Podria compararse esto la obediencia debida o las ordenes cumplidas durante el nazismo?
Habra sido este un estudio eticamente comprometido?
Tal vez lo haya sido, pero lo que sabemos hoy luego del mismo, es preocupante.
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