Cuando nevó en Belgrano
hace mucho, tanto tiempo
se dejaron viejos juegos
e inventaron muchos nuevos.
Cuando nevó en Belgrano
relucieron las bufandas,
los abrigos, muchas mantas
guantes gruesos, medias largas.
Cuando nevó en Belgrano
no era tan niño entonces
crecía sin esfuerzo
simulando ser un hombre.
Cuando nevó en Belgrano,
me olvide de mi niñez
adopté postura esa vez
de señorito franciscano.
No aprendí lo que era
hacer muñequitos blancos
no junte ni un poquito
de nieve en algún tarro.
Tirarse con bolas de nieve
para mi era un espanto,
nunca iba a participar
de semejante zafarrancho.
Fue así como me creí
un niño bien ubicado,
nunca imagine todo lo que perdí
...el día que nevó en Belgrano.
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