Ah..ya viene la navidad con sus regalos no deseados, sus discusiones aplazadas y sus costumbres europeas.
La cena parece ser en algunos casos materia de repetición y no de experimentación
¿ Quien quiere experimentar en navidad?. ¿Acaso es necesario ponerse a crear cosas nuevas bajo sospecha de que todo salga mal, teniendo el arrolladito de absolutamente todos los años dispuesto sobre la mesa y de reconocida aceptación.
Para que innovar, eh?
Entonces nuevamente comeremos lo mismo de todos los años, no apelaremos a ninguna novedad, y acataremos costumbres extrañas que se dan de patadas con las cifras dadas por el servicio meteorológico nacional. Y, si...hace casi 30 grados y el Mantecol esta que se derrite en un charco grasiento que atravesó al mejor estilo sangre de Alien, la servilleta de papel, el plato de plástico y la madera de la mesa. Pero ahí está porque algún integrante creyó que eso ES lo que se come en Navidad. De más esta decir que no se puede ir a ninguna casa de festejo sin algún turrón de esos incomibles, alguna garrapiñada pagada en el super 4 veces lo que saldría una autentica garrapiñada en la plaza de Lomas.
Y uno no puede resistirse al mensaje que desde todos los medios te envían sin piedad. ESO es lo que se DEBE comer en las fiestas, aunque provenga la costumbre de ciudades donde te cagas de frió por estas épocas.Estas deben ser las únicas fechas donde estar borracho es perdonable.
Pero pasemos al arbolito...ay...que tierno....yo no tengo arbolito de navidad desde que tuve uso de razón y eso fue como a los 25 años. Harto de que se rompan las pelotas de vidrio y sin esperar las chinas de plástico decidí sacar el arbolito de mi vida y de mis navidades. Nadie se quejo por suerte, el Papa no me excomulgo y aun mantengo la esperanza de ir al cielo, aunque no se para que puede servir ese paseito.
La cuestión es que la esquizofrenia aquí toma ribetes máximos El arbolito verde, blanco o doradito siempre tiene nieve arriba. Hecha de algodón la nieve hogareña resiste cualquier temperatura. No como el Mantecol.
Debajo de este muestrario de bolas coloridas y plásticas reposa el pesebre. Cuanta ternura...algunos le colocan el niño Dios recién el 24, otros se lo ponen ni bien lo arman, agregan una señorita de celeste (la que siempre será señorita) y un señor algo mayor de marrón. Ambos en pose contemplativa como si se hubieran fumado un churro de medio metro. En el centro la camita de pasto con el citado niño y en los alrededores una manada de animales dispuestos a darle calor con su aliento como lo hace el buey y a contagiarle la aftosa. Luego unas gallinas que corretean por alli haciendo la cola para transmitirle la citacosis y un burrito que no es Platero y que se hace el burro ya que no sabe que hace alli.
Y mas atrás ....el punto máximo de la esquizofrenia....los camellos!!!!
Con unos reyes magos de jinetes que no sacan conejos pero que traen regalos que vaya a saber uno para que sirve, como la mirra o el incienso.
Camellos....se entiende...camellos debajo de un pino de navidad todo nevado.
Pobres camellitos.
Mas alla de todas estas ridiculeces, que la navidad al menos sirva para algo mas que pagar sobreprecios, comprar cariños con regalos y morirse comiendo porquerías Que al menos sirva para entender que si esta humanidad no produce urgente un cambio, dejara de ser humanidad.
Si no empezamos a respetarnos, a tolerarnos y a hacer las cosas como se deben nos vamos al carajo. Y que si la navidad es tan importante, ya es hora que empecemos a poner en acción todas aquellas cosas que el espíritu de la navidad nos dice desde hace miles de años.
Decir Feliz Navidad y ser un estafador o un saqueador, no dá.
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