Un posible doble suicidio fue tomado por los medios argentinos y estirados hasta que no dio mas. Hasta que las especulaciones cayeran por ridículas. En frases que había que interpretar, estaba claro que no sabían nada de nada pero que había que seguir. Es que los cuerpos aun estaban calientes y había mucho para cortar.
Un juez saliendo en los medios decía cosas...un periodista saliendo en otros decía cosas contrarias a lo dicho por el juez. Así es el periodismo actual, nos enfrentamos hasta a la propia opinión de los que investigan. Mauro Viale, confesaba por lo bajo...".nadie sabe nada".
Mientras tanto algunos ignorantes de la vida sacaban conclusiones sin siquiera haber pasado de la lectura de los titulares. Todos somos especialistas en suicidio, parece.
Pero...¿ esta bien que los medios cubran estas muertes?.
El suicidio es una conducta imitativa. En 2010 en Rosario de la Frontera se suicidaron 7 adolescentes. Y otros 12 lo intentaron.
Nadie quiere reconocer un suicidio en la familia. Algunos prefieren la teoría del asesinato. Eso les expiaría las culpas a una familia que no supo detectar las señales, a veces muy claras que da un suicida. Un suicidio los marca, los deja en evidencia...algo andaba mal en esa familia, algo que no supieron corregir.
Mientras tanto los medios, mas amigables con vender fruta podrida, repetían hasta cansarse viejas frases de una certeza dudosa. Total había que decir algo, y ya habrá tiempo de retractarse.
El suicida no avisa, repetían, sintiéndose expertos .
Y el suicida si avisa, da señales...su suicidio es un legado para el resto, es una culpa que se generaliza. Quien lo hace desde un puente a la vista de todos, o en un árbol en un parque, nos esta legando algo, nos acusa de su muerte, a todos, a la sociedad. Y si deja una carta, entonces ya el destinatario de ese legado tal vez tenga nombre y apellido.
Hoy tal vez un sms diga mucho.
Decir que no avisan, nos exime de culpa. Si avisa, no lo hacen, dicen. Mirándolo al revés, quien sugiera la posibilidad de volarse la cabeza, entonces estaría alargando su vida.
Un suicida da señales, nos cuenta, nos muestra actitudes que preferimos no ver para no hacernos cargo cobijados en eso de que si avisan no lo hacen. Y si lo hacen...Yo lo vi.
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