jueves, 2 de julio de 2015

Una tumba en la nada

Cuando nos enfrentamos a la muerte de un ser querido, creer que ira a un lugar mejor, siempre nos da cierto alivio. Que estará allí, esperándonos para cuando nosotros hagamos el mismo viaje.
Muchas veces rogamos un minuto con ellos, creemos que están observándonos, cuidándonos, cerca..siempre cerca. Algo nos falto decirles, algo nos falto reconocer, queremos una oportunidad de decírselos...Y entonces esperamos el encuentro.
Y eso habla de nuestra creencia de una vida mas alla. Distinta, quizás a la conocida.
Tal vez estas sean nuestras maneras de soportar la única certeza con la que venimos a la vida. La que dice que algún día nos tendremos que ir de ella.
Pero como seria nuestra vida si tuviéramos otra certeza tal vez mayor, mas cruel, mas increíble.
Una que va en contra de todo lo aprendido.
Si supiéramos realmente que mas allá no hay nada.
Que nadie nos espera, que nadie nos recibirá, que jamas habrá un encuentro.
Que una vez que se mueren ya jamas habrá posibilidades de decirles algo.
Nada. Solo un cuerpo deshaciéndose en su tumba.
Podríamos seguir con nuestra vida?
Podríamos sobrevivir a la idea de que los que se van, se van para siempre?
Que no habrá encuentro, ni luz, ni túnel, ni nada?

No hay comentarios: