sábado, 21 de enero de 2012

Hacia Bariloche. La ciudad.


No era una foto fija salida de un western spaghetti. El viento no agitaba carteles de cantinas abandonadas, ni las calles polvorientas tapaban el sol. Ninguna depresion me asalto al llegar. La gente no lloraba en las esquinas y la vida parecía esperanzada. Bariloche , algo mas calma, seguia asi como la recordaba. No parecía desolada y los peores pronósticos nunca se cumplieron. Aunque la lucha contra el volcán aun sigue. Pero habia mas bares, un teatro, algunos nuevos complejos de cabañas y la actividad de la construccion que no parecia detenerse. Dicen que muchos se fueron. Seguramente fue asi, dicen que podia verse en la matricula de las escuelas. El lugar no era la imagen otrora de la pujanza, pero tampoco del caos. El clima, mas calmo, nos dio en 12 dias, solo uno de llovizna y otro de ceniza. Pero en ambos pudimos hacer cosas. El resto de la estadia, un sol potente nos acompañaba haciendo que algunos dias fueran transparentes. Fueron dias de muchas caminatas, vimos senderos antes de piedra y hoy de cenizas, las flores un poco mas opacas y las copas de los arboles que tambien habian perdido parte de su verdor. A todo el paisaje parecía que le faltaria un poquito de contraste en el Picassa. Nos soprendia la cantidad de israelies, los pocos brasileños y las ofertas. Y el calor que de pronto se transformó en frio y alli supe que no todos habian cargado la suficiente ropa de invierno. Pero estaban las ofertas y las aprovechamos. Camperas para todos a un precio bastante acomodado para lo que es Buenos Aires. Se notaba que la ciudad había bajado sus precios, una empanada se conseguía por $4,5 (en B.A no bajan de $5,50) y los precios del super eran muy parecidos a los del chino de casa. Las 10 o 12 cosas que suelo comprar para preparar mi precario arte culinario estaban en Bari igual que en Lomas y mas baratos que en San isidro. Lo comenté y me miraban raro. Parece que se pierde cierta perspectiva cuando no se sale del lugar donde uno vive. Buenos Aires es la ciudad mas cara del universo comparando precio-calidad y Bariloche no me parecia tanto. Que el colectivo es mas caro, si lo es. Pero sin querer parecerme al Indec, la diferencia se notaba. Una coca en cualquier bar de morondanga de Lomas o Capital vale 14 mangos, en Rapa Nui vale $10. Un pancho y una coca puede estar en la Av. Corrientes a 20 mangos y en Coquito frente a la estacion de San Isidro a $17. En la cabañita del arroyo Lopez, escuchando la musica del agua correr y a los Red Hot Chilli Pepper, a $15. Cuando sali de Bue el kg de banana valía 12 mangos, en La Anónima salia $8. Parece increible, pero es asi... El tema helados es notable...los mejores helados parecen estar alli, y los mas baratos. Una heladería en BºLas Victorias, alejada del centro, ofrece un helado increible a $50 el kg. Pero como para pelearle y ganarle por afano a Persico y a Freddo. Y también sorprendieron las 3 pizzas a $90. Sorprendieron por lo barato y por lo horrible, desbarrancando a la otrora reconocida pizzeria Cocodrilo a la peor profundidad de la mala calidad. Volviendo al tema vestuario, terminando las vacaciones me atrevi a comprar una campera de soft shell a un valor 30% menos que lo que se consigue en Bue. Un dato aparte es la "falta" de nafta, otro fantasma que no conoci. Siempre cargue YPF Super...a lo largo de todo el viaje y durante mi permanencia en Bariloche. No tuve ningun problema con eso. Y así, con el tanque lleno, me entregué confiado a la Bustillo. Como para empezar...

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