viernes, 3 de mayo de 2013

Mr. Musculo y otros aparecidos.


Cada día me sorprendo de la creatividad publicitaria argentina. Pero mas me sorprendo de la pasividad con que las mujeres aceptan esa “creatividad” para venderles diferentes productos de limpieza.
 
La creatividad publicitaria argentina sorprende por lo medieval de su concepto y por la imagen machista que tiene sobre la pobre ama de casa. Para ellos es una mujer encerrada en la cocina, siempre al borde de un ataque por no poder remover la mugre de la hornalla o quitar el olor a pedo del baño. Desesperada con esa mancha en una remera blanca, acepta la sugerencia de una aparecida desconocida que le ofrece un producto por un precio con el cual podría comprarse una nueva. Así, Mr. Musculo, la de Vanish y otras voces del mas allá llenan de buenos consejos a estas histéricas amas de casa.
El mas incansable es Mr. Musculo, un atlético y canchero especialista en quitar la mugre de tu cocina o de tu baño. Apenas disimulando el bulto que sobresale de una malla a lo Superman, te dice qué tienes que usar para sacar esa grasa adherida a los azulejos. Te reduce a la servidumbre y luego se las toma tan cancheramente como llegó.
El ama de casa en cuestión se queda fascinada y agradecida de semejante visita. Lo extraño de este caso como el de otros productos femeninos, es que siempre quien limpia viene a ser la dueña de casa.

Frustrada y preocupada en las tareas del hogar, dueña de una cocina enorme, lo que haría pensar que si su pasar es tan bueno…¿por qué no limpia la empleada?

He aquí la visión humillante del creativo publicitario, el producto está dirigido a las amas de casa, no a las mucamas, una profesional a quien parecería que no se merece hacerle la tarea más fácil. Resumiendo…el resolvedor Mr. Musculo, hombre, canchero y apuesto, solucionó aquello que la pobre mujer no tenía ni idea de cómo hacerlo. ¿Algo machista se lo ve, no?
¿Porqué los publicitarios toman la imagen anticuada de la mujer? Aquella ama de casa que solo sabía hablar a través de la medianera de lo que cocinaría por la noche o de secretos para sacar la mancha de tinta y esas cosas.

En ninguno de estos spots, ni Mr. Musculo, ni Vanish, se contempla la mujer profesional. El sujeto es una pobre ama de casa desesperada viviendo en una casi mansión sin empleada domestica y solamente concentrada en quitarle la mancha de una remerita de morondanga o hacer que brille la canilla.

Es decir que ante el maltrato del marido que castiga a su mujer convirtiéndola en una esclava pudiendo contratarle alguien que la ayude (esto sale del análisis socio ambiental de la casa que muestra el spot) viene otro tipo en calzas a traerle la solución y a confirmarle que efectivamente ese es su rol en la vida, el estar condenada a la servidumbre. Cuando se va Mr. Musculo la mujer sonríe admirada confirmando esto.
Al menos la presentan prolijamente vestida, ni con ruleros ni con delantal. Ese será el estereotipo del ama de casa moderna.
Dos cosas me preocupan de esta ama de casa moderna, su facilidad de ver alucinaciones ante algún problema y su actitud complacida de un destino que podría ser mejor.

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