jueves, 5 de mayo de 2016

Dialogos de ascensor.

Hace unos años vivía en Bariloche en un departamento del centro. 
Por supuesto tenia ascensor. En el depto de al lado vivía una pareja con un pequinés, bastante tranquilo teniendo en cuenta los hinchapelotas que son estos perros. 
Una tarde compartimos el ascensor con el perro y el vecino, un tipo joven quien me preguntó si me molestaba hacerlo...Le dije que para nada. Comenzamos la típica conversación hueca de ascensor hasta que le dije...
-Que tranquilo el pequinés...
A lo que respondió...
-Ah, no es un pequinés, lo que pasa es que el ascensor le agarro el hocico y así quedo.....se salvo de pedo..
Moraleja:
Ojo con los ascensores que le cambian la raza a los perros..

No hay comentarios: