lunes, 14 de junio de 2010

Vamos ganando!

Fue un solo gol en un partido que muchos consideraron deslucido. La algarabia fue inmediata, los comentarios miles. El tipico exitismo nacional que anula toda logica y toda cautela se apodero de casi todos. Ganamos, no importa, vamos a ser campeones. Aunque un solo gol haya sido. Ahora a gritar y a acompañar que ya somos campeones. De la otra punta del fanatismo los que estan adentro realmente de la historia prometen correr desnudos alrededor del obelisco, y otro sube la apuesta hasta su mismo ano. Si argentina sale campeon se va dejar penetrar por otro hombre. Es puto Bilardo acaso? Es este el momento de asumirse, disfrazado de una promesa? Estara a favor del matrimonio gay?O sera que Maradona, el corredor en pelotas y él estan tan seguros que Argentina no llega a nada y que solo asi pueden hacer estas promesas extremas que ponen en peligro su moral, su etica y su nombre?
Me acorde de pronto en Malvinas. Cuando voltear un avioncito era ya sinonimo de que ibamos ganando. Ese mismo exitismo fracasado, esa misma frustracion que huye desbocada ante el menor llamado de la suerte.
El mundial no es Malvinas, ya se...pero me acordé.

4 comentarios:

Ana dijo...

El mundial es un mundo inventado que deja a más de medio mundo afuera.

Euphoria dijo...

Qué precisión de palabras, qué encadenamiento justo y cuánta verdad hay en esta opinión que comparto 100%.
Por qué diablos ponemos tanto en el fútbol, no le quito mérito, me encanta verlo y entiendo que es pasión de multitudes, pero me entristece preguntarme CUÁNTO VACÍO HA DE HABER EN NUESTRAS PROPIAS VIDAS PARA QUE PONGAMOS TANTA EXPECTATIVA, EXITISMO, QUEJA, ENERGÍA Y DEDICACIÓN DESENFRENADA en la camiseta. Me da miedo pensar que caminamos en la cuerda floja todo el tiempo, somos lo más o somos lo menos en tan sólo medio segundo.
Y por otro lado, menos mal que empezó el mundial, porque ya estaba harta de tanto programateóricamentedeportivoalpedo donde en 5 canales se hablaba en simultáneo acerca de los ravioles que había comido Mascherano, el queso que le puso Verón a la comida, el postre que no comió Messi y cómo Maradona se rascó la oreja izquierda mientras masticaba su último bocado al compás de la música que puso Carlitos.
Sentí hasta verguenza ajena por los periodistas.

Bulldozer dijo...

Te digo la verdad, se me cortó la luz el sábado a la mañana, no pude prender la tele para ver el partido, tampoco me interesó, seguí durmiendo hasta las 13:00...el mundial es un negocio que solo un muy reducida elite goza de las ganancias, mientras millones de personas pierden la cabeza y la cordura por una pelota insignificante.

http://macrinova.blogspot.com/

diego gimenez dijo...

seguimos ganando!
te invito a mi blog www.lapena5.blogspot.com y lapena1 2 y tres y cuatro etc... en alguno de estos blogs puse unos cuentitos sobre futbol que te van a gustar