viernes, 29 de julio de 2011

El periodismo y la Ley

Que el periodismo actual es un lejano recuerdo de aquel periodismo que admirábamos, da mucha tristeza. Que vivan derrapando eticamente en pos de la nota no los hace mas profesionales, mas valientes, sino simplemente unos pelotudos.
Un noticiero de América que conduce un pibe colorado y una piba rubia debatían ayer por la mañana sobre la conveniencia de dejar a sus parejas si ellas engordaban. Ella decía que su marido la dejaría si subía algunos kilos, y se reía pareciendole el asunto normal..
El colorado, bobamente, también reía y entonces ella le preguntó...
-Qué, ...usted no haría lo mismo con su mujer..?
A lo que el colorado demostrando tamaña imbecilidad contestó...
-Por supuesto!
Y ni les tembló el pulso, no dudaron, siguieron con la broma tal vez afortunados de no recibir en el futuro ninguna sanción por un desafío para ver quien de los dos era mas idiota y que se había declarado empate. Ojala el Inadi o similar lo haya visto.

Por la tarde una investigación del mismo canal nos contaba sobre el abuso de la jornada de trabajo en una linea de colectivos. Indignado el periodista, vestido mas como un pibe que va a la cancha, que para salir en cámara, nos contaba con rabia como los chóferes le hacían frente a 16 hs. de trabajo arriba de un colectivo. Y naturalmente los peligros que ello conllevaba.
Hasta ahí todo bien, pero fueron por mas, fueron a la empresa.
De entrada, la entrada estaba prohibida. Un seguridad privada los quiso detener, pero ellos invadieron igual una propiedad privada. El de seguridad, que no puede tocarlos, llamaba al patrullero. Mientras un empleado de la empresa interceptado intentaba evadir las preguntas y los invitaba a salir.
Los periodista se quedaron, su indignación aumento cuando llegó el patrullero.
Poco les importó. Ellos no se irían.
El policía les explicaba, como si hiciera falta, que habían invadido una propiedad privada y que no era legal. Y les pedían que se fueran. A los periodistas cancheros nada le importó, justificaron su acto ilegal con la comparación del acto ilegal de la empresa de hacer sobredosis de horas de trabajo a sus chóferes.
-Vos me estas diciendo que me vaya y estos tipos le hacen hacer 16 hs de trabajo a sus choferes?...gritaba el periodista ( a esta altura ya no se como llamarlo)
Como si el acto odioso y aborrecible de la empresa alcanzara a justificar otro acto ilegitimo que es invadir una propiedad.
Hasta donde llegara el periodismo?
Puede un delito utilizarse para revelar una denuncia? Lo hace mas admirado, mas vertiginoso, mas profesional al trabajo de un periodista no respetar la ley y ponerse a la misma altura, exactamente, del acto que denuncia?

1 comentario:

Adriana dijo...

Comparto tu observación. Creo que el punto justamente está en que son muchas las veces en que un "periodista" siente que le asiste cualquier derecho por el mero hecho de serlo. Un acto ilegítimo lo es, o debería serlo para cualquiera.
En cuanto al colorado, si yo fuera su mujer lo esperaría y le diría, no voy a esperar a engordar, te dejo ya por pelotudo!!