domingo, 20 de septiembre de 2009

No es para vos...


Tren al sur. Corriendo entre Avellaneda y Gerli. Los vendedores se suceden, algunos con interesantes tonterías y otros con melodías insoportables a todo volumen. ¿Como harán para cargar todo el día ese reproductor de MP3?.¿ Quien pagara las pilas?. ¿Quien recopila esas tontas canciones de amor?
Entre los de estilo musical y los de estilo intelectual, no sé con cual quedarme. La onda actual de venta en el medio movil de transporte es la gesta textil del Gral. Belgrano. Tal vez el unico merito válido que descubren los repentinamente historiadores ambulantes.
Pero hay uno de ellos que desafía valientemente el calendario escolar y aparece con algo novedoso ¡...La Constitución Nacional...!.
A mi lado viaja una mujer y su hijo. Ven desfilar por las mugrientas ventanillas las estaciones y por lo que escuché terminan en los pagos Longchamps y aun falta bastante.

El pibito, 10 años,mas atento que todos los pibitos de su edad que están a bordo del tren, toma sin dudar los dos fasciculos de la Constitución. Parece curioso, los hojea y mirándola a la madre le dice...
-
Má... me los quedo?
-No,
le dice la madre seria...
-Por?, má...
-
Porque eso no es para vos....
-Y por qué...?

Silencio.
El ambulante recibe de las manos de una típica madre argentina los fasciculos 1 y 2 de la Constitucion Nacional. El pibe los ve irse. Tal vez en su mente ya comienzan a gestarse aquellas preguntas que algún día, dentro de algunos años lo asaltaran de noche, cuando aquella tarde fría de junio, su mamá no entendió que la historia viajó efimeramente en ese vagón del Roca, había sacudido el hombro de su hijo, y ella la rajó a patadas.

3 comentarios:

Sol dijo...

Qué buen relato, Fabián. Genial el último párrafo.
Recién me doy cuenta que has cambiado de look, me gusta.

Un abrazo grande.

Anónimo dijo...

me revientan los padres que por ahorrarse dos mangos atrofian el amor a la lectura.
Me pasa más de una vez en las librerias ver crios pidiendo a la madre que le compre X libro y ella negándose, diciendo que compre otro que es dos mangos más barato. Minas bien vestidas, que no parece que esten pasando hambre.
Niño que siente curiosidad por un texto, no hay que negarselo. Estan matando lectores.

JuliChic dijo...

y..., esas son las madres que abundan.