Una noche haciendo la cola

Se viene el sabado un jornada mas de La Noche de los Museos.

Un evento que insólitamente atrae a gente que jamas va a un museo, cosa rara, no? De otro modo no se entendería que alguien tuviera el impulso para hacer colas de mas de una cuadra para ingresar a un museo que podría visitar cualquier sabado a la tarde cómodamente y sin colas ni apuro. Pero somos asi, nos convoca la frivolidad de un acontecimiento al cual no debemos faltar. Tal vez nos parezca que nos quedamos afuera de algo importante, o la masividad del asunto no anime a conocer aquellos museos que no entramos solos ni de casualidad.

Pero hay algunas excepciones.

Y una es la posiblidad de conocer gente interesante, que de hecho en estos eventos siempre la hay. Y la otra, es descubrir aquellos museos que no lo son y que se abren como tal solo en esta oportunidad. El año pasado me permitio ambas cosas, conocer gente nueva y visitar el Palacio San Martín, la sede majestuosa de la Cancillería, lugar que no es facil de ingresar salvo en noches como estas. Me comí dos cuadras de cola, pero valio ampliamente la pena. Pero comerse una cola para el Museo de Arte Decorativo, o el de Bellas Artes o algun otro, no dá. Mejor ir cualquier miercoles o jueves o cuando se les cante. No habra colas ni apuros para verlos como ocurre en La Noche de los Museos.