jueves, 20 de septiembre de 2007

Ha dejado de engañarme, no de quererme.
A veces a plena luz no soy ni siquiera una sombra.
Fuimos la deriva, la precariedad de las naves y el naufragio.

1 comentario:

Sol dijo...

...y el naufragio...
Se han quedando colgadas del aire tus palabras. Me gustan.
Un abrazo grande Fabián.