domingo, 2 de julio de 2017

Hacia ningún lugar...
Cuando nos enfrentamos a la muerte de un ser querido, creer que ira a un lugar mejor, siempre nos da cierto alivio.
Que estará allí, donde sea que vaya, esperándonos para cuando nosotros hagamos el mismo viaje.
Eso mitigara su ausencia, nos dara un poco de paz.
Muchas veces rogamos un minuto con ellos, creemos que están observándonos, cuidándonos, que se fue de gira, que esta en una estrella..cerca..siempre cerca.
Pero si algo nos falto decirles, algo nos falto reconocer, siempre queremos una oportunidad de decírselos..
Y entonces esperamos el encuentro. Uno en un portal de luz, o tal vez en un bosque, allí estarán todos los que se fueron antes...igualitos a como los recordamos...aguardando por nosotros.
Y eso habla de nuestra creencia de una vida mas alla. Distinta, quizás a la conocida.
Tal vez estas sean nuestras maneras de soportar la única certeza con la que venimos a la vida. La que dice que algún día nos tendremos que ir de ella.
Pero como seria nuestra vida si tuviéramos otra certeza tal vez mayor, mas cruel, mas increíble. 
Una que va en contra de todo lo aprendido.
Una que hace añicos nuestras creencias.
Si supiéramos realmente que mas allá no hay nada.
Que nadie nos espera, que nadie nos recibirá, que jamas habrá un encuentro. 
Que una vez que se mueren ya jamas habrá posibilidades de decirles algo.
Nada. Solo un cuerpo deshaciéndose en su tumba.
Podríamos seguir con nuestra vida?
Seriamos tal vez mas cuidadosos con ella? Seriamos mas cuidadoso con nuestros afectos?
Podríamos sobrevivir a la idea de que los que se van, se van para siempre?
Que no habrá encuentro, ni luz, ni túnel, ni nada?La imagen puede contener: exterior

No hay comentarios: