El otro día fui a la Catedral de Buenos Aires. Tenia ganas de hacer la visita guiada y entonces quedé en encontrarme con mi amiga Alejandra quien es profesora de un Instituto que prepara Guías de Turismo. Llegué temprano, pegué unas vueltitas por el interior y cuando me cansé me senté a esperarla casi al final del templo. Mientras tanto una misa estaba en progreso.
El sacerdote comenzó justo con la lectura de los Santos Evangelios. Casi sin querer me puse a prestarle atención y me sorprendi al escuchar algo así como “….es bueno temer de la ira de Dios….”
El hombre siguió hablando hasta que de pronto recordé algo que se llevaría mal con la frase del evangelio.
Los pecados capitales.
Y si la Santa Sede no lo modifico, la IRA es uno de los pecados capitales.
Y uno jodido.
Entonces, que alguien me explique, ¿como podemos temer de un Dios perfecto que expresa IRA, siendo esto un pecado condenado por la iglesia?.
Tal vez Dios, ocupado en cuestiones mas profesionales, no esté al tanto de esta barbaridad, pero los curas…no deberían darle un despido urgente al traductor y en vez de IRA utilizar otra palabra como...”El enojo de Dios…” o "guarda pibe que a Dios no le gusta ni medio tu actitud..." o algo similar?
Te imaginas tu papá con ira?
3 comentarios:
Te regalo un pequeño relato, a propósito:
FLORA GALINDEZ
• Soberbia
• Avaricia
• Envidia
• Ira
• Lujuria
• Gula
• Pereza
Los escribió uno debajo del otro, tal cual se lo dictaron. Quizás de mayor a menor gravedad. O viceversa. Cómo iba a saberlo ella. Le dijeron que se tomara su tiempo para reflexionar.
Y lo tomó, para reflexionar.
Miró al frente y desafiante, dijo:
- Listo. Todos –agregó
- ¿Todos ha dicho?
- Si. Todos. No en ese orden. Y a veces juntos.
Molestos, escandalizados, preguntaron de a uno:
- ¿Conoce la consecuencia de sus actos?
- ¿La gravedad de transgredir la ley divina?
- ¿La magnitud de la ofensa, la irreverencia que se desprende de su confesión?
No –respondió. Pero conozco la oración que me enseñó mi abuelo y que he repetido cada noche como él me dijo, para no olvidarla: “Señor, déjanos caer en tentación y no nos libres de ningún mal: permítenos creer que estamos vivos”. (x)
Flora Galíndez los escuchó.
Y les regaló la verdadera ofensa, lo que jodía de veras al otro, el único pecado si era pecado: la indiferencia.
Quieta su vida, serena el alma, cuando el Tribunal de Inquisición la sentenció a morir degollada en la Plaza Mayor, con los albores del día siguiente.
Nada mal. El mismito lugar y entre las mismas sombras en que hoy habían matado a Florián Galíndez, su abuelo.
Ana Yalour
(x) Frase entre comillas: De Manual de Tentaciones de Abilio Estevez
Siguiendo el ejemplo de Ana, te dejo un par de fragmentos de los respectivos cuentos que escribí hace ya algún tiempo:
"Creo, sí creo. Contricción, confesión y penitencia sin arrepentimiento. Creo, sí creo. Trinidad de un sólo Dios que es tres, misterio del monoteísmo incomprensible para los mentecatos seres humanos. Creo, sí creo. Acusación del pasado, flagelación del presente y resurrección del futuro. Creo, sí creo. Bautizos a sangre y palos. Creo, sí creo. Santa Iglesia Católica Apostólica Romana(SICAR, rio): como Santa era la Inquisición, como católico es universal y como es universal resquebraja culturas, las insulta y aniquila en el nombre del padre, del hijo y del espíritu santo; romana es la Iglesia sólo en los edificios y apostólica no de apóstoles sino de apostadores. Creo, sí creo. Religión que muere, dogma que resucita. Creo, sí creo. Diezmos, bulas, sismas, encomiendas y cruzadas: burocracias. Creo, sí creo. Mujer estigmatizada, mujer costilla del hombre; mujer, amiga de serpientes, culpable de nuestras desgracias por los siglos de los siglos. Creo, sí creo. Cruz marcada en la piel como en el ganado; indios y negros con religión de piratas, ladrones, buscafortunas. Creo, sí creo. Conquista a cruz y espada. Creo, sí creo. Por Dios que sí creo.
... "Señor, yo no soy digno de que entres en mi casa, pero una palabra tuya bastará para sacarme".
Miré a Cristo. Cristo no responde. Apenado de vernos me volteó la cara."
Del cuento "Hoy no hubo celebración".
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"Dos horas de camino, la carretera se tropieza con un par de lagos llenos de veleros y de toda la gente bien que viene a pasar acá sus fines de semana; la gente mal se tiene que conformar con las orillas en las que se toca la basura con el fondo de los dedos. "La lomita" a quince minutos, allá nos esperan todos aquellos que nos reciben cantando en falcete. "Dios está aquí, qué hermoso es..." siguen cantando los ancianos mientras los jóvenes, los de la esquina, secundan el canto "el espíritu de Dios, se mueve, se mueve" y contornean aquellas mujeres las caderas que, a pesar de esos vestidos cuasi decimonónicos, no pueden esconder la sensualidad que hace del cuerpo femenino una obra divina de carácter sensual, tan sensual, que resultó ser pecaminosa.
¿Sabías que la primer discusión marital de la historia fue porque "la primera" mujer no quiso copular con Adán desde... abajo? Ya vas a empezar con todas esas tonterías que te enseñan en la escuela, la verdad está en el Libro; no hay más. La verdad está donde la quieras buscar. No, la verdad es la verdad aunque ni la busques ni la encuentres.
Me quedé mirando, sorprendido de ver como cambias en este lugar, aquí donde se quiere encerrar la omnipresencia de Dios. Te sientes poseído, cierras los ojos, bailas, cantas, rezas y, por si hiciera falta, lloras. Dios se te escurre de los ojos, y se te va escapando entre los poros. Me pedías que también lo hiciera, que bailara, que cantara, que rezara, si acaso, que llorara; que hicera lo mismo que tú, que me uniera al unísono de los cantos y que cerrara los ojos para que pudiera ver a Dios. Lo hice, lo intenté, baile, canté, cerré los ojos y, claro, también lloré... pero cuando los volví a abrir para ver a toda esta gente, reunida, buscando entre los escombros de algún monólogo interno, que los religiosos llaman oración, a Dios Padre, Hijo, Espíritu Santo y todas las verdades no reveladas por incomprensibles, descubrí que, justo en ese momento, en ese lugar, Dios se acababa de ausentar".
Del cuento "El retiro".
Saludos... recordé que en una clase la escritora mexicana Verónica Munguía utilizó la misma frase que tú: "Dios jodido". Después agregó, por celoso, por enojón... Mofándose, claro está, del Génesis.
Es que a Dios no le enseñaron a evitar mirar la paja en el ojo ajeno.
Dios... ese invento humano (y no el otro), es imperfectamente perfecto, convenenciero, antidemócrata, salaz, avaricioso, maquiavélico.... solo sirve a sus propios fines, así que no habría de extrañarnos. Y LO QUE TE DIGO ES VERDAD PURA Y SANTA COMO UN TMEPLO...(sic)
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