Quizás lo que relatemos en este artículo jamás haya ocurrido. O a lo mejor sucedió realmente pero será difícil que encontremos testigos del caso. Sí aparecerán informantes que nos lo cuenten una y otra vez con el condimento colorido de quien lo hace. Cerca de nuestra casa o lejos de la suya. Siempre como familiares de protagonista o de tíos de novias, amigos de primos y vecinos de concuñados. Como sea, el origen de la historia seguramente se perderá en algún árbol genealógico o en algún impreciso barrio de nuestro país.
¿Pero que hace que un mito urbano se forme, que hace que lo inverosímil se vuelva probable?
¿Será el mito urbano un deseo colectivo… o tal vez un temor...?
En esta nota relataremos aquellos viejos mitos con los que crecimos y alguno un tanto nuevo traído por la llegada de la tecnología moderna y que últimamente nos acompaña muy cerca de la oreja.
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Quien visita el cementerio de la Recoleta puede sin mucha dificultad, darle una vuelta a la cataléptica mas famosa de Buenos Aires, las señorita Rufina de Cambaceres. Cuenta la historia, nunca debidamente comprobada, que la joven murió a principio de siglo y con 15 años de edad fue sepultada, para algunos en la bóveda familiar y para otros, aun no terminada esta, en un depósito de féretros. El caso es que una madrugada el sereno del cementerio descubrió a un aterrorizado cadáver, tenso y aferrado a las rejas de un portón de acceso, hoy cerrado. Era Rufina.
La historia de la época nos dice del fenómeno de la catalepsia, otros atribuyen este desagradable acontecimiento a un rumor propagado por los adversarios políticos de su padre. ¿De que no es capaz la política, no? El hecho es que a pesar de nunca haber confirmado nada el mito revive todos los días en boca de los guías del cementerio que le agregan una cuota necesaria de suspenso for export a la clásica visita a este elegante camposanto.
Siempre es difícil rastrear el origen de estas historias, algunas circulan de manera oral, y otras la difunde un periodismo poco serio y a veces desde la misma televisión. Es notorio el caso del casamiento que nunca se realizó porque a la hora de decir “...si, acepto...” el novio se negó terminantemente porque sabia que su futura ex esposa solía retozar horizontalmente justamente con…¡¡¡el padrino!! Seguramente esta novelita UD. la escuchó, ya sea porque paso en un barrio cercano al suyo o el novio era un compañero de colimba de un primo. Pero como si la trasmisión oral no alcanzara, hace unos años TELEFE puso una nota en un noticiero del mediodía donde se informaba de estos sucesos. Claro que la cronista no dio ni con el cura de la iglesia, ni con el novio y ni siquiera con el mas modesto de los invitados, solo pudo lograr a un vecino aburrido que decía conocer todos los detalles de algo que jamás se comprobó.
Ahora bien, según la sicóloga Laura Mazal, parecería que tras un efecto de saturación informativa a través de fuentes tradicionales, se abre un espacio informal en el que el relato de un testigo anónimo, sea aceptado a través del beneficio de la duda. Lo extraño no por improbable es necesariamente imposible.
Hace un rato recorríamos un cementerio, y aun no salimos de él para traer el recuerdo de una aparecida que ya se volvió internacional..... La dama de blanco.
La primera vez que di con este mito me lo ubicaron en la Chacarita, luego apareció en una monocromica película del cine nacional donde se contaba lo mismo, y cuando creí que por viejo y cansado el mito se había diluido volví a escucharlo de boca de mi convencida amiga de Bariloche Ruth Rubilar, quien para ella todo había ocurrido una noche de nevada. El coprotagonista seria un colectivero de la Línea 3 de Mayo que justamente pasa por la puerta de aquel cementerio del sur del país. Los hechos no difieren mucho. Una joven sube protegiéndose de la nevada al colectivo, no sabemos si abona o no el boleto, pero llama la atención al chofer que la ve solo con un vestidito blanco a pesar de los copos de nieve que caían.
Obviamente se inicia una conversación que termina en un conocido bar llamado Hola Nicolás, (hoy desaparecido) donde producto del momento, o quizás para no apartarse del libreto, la chica se derrama una taza de chocolate caliente sobre su inmaculado atuendo. El galán le da su campera, la acompaña a donde la había levantado y solo la ve perderse entre la oscuridad de una casa.
Y el final es previsible, al otro día vuelve por su campera y una asombrada madre le dice que “la dama de blanco” había muerto hacia unos años y descansaba justo en el cementerio de donde el la había levantado. Esto no sería otra cosa que el más famoso mito nacional si no fuera porque en el programa chileno "El día menos pensado" emitido por un cable nacional, lo dan como ocurrido en Chile y además… ¡aseguran que es cierto!
Y mientras seguimos por Bariloche nos encontramos navegando a la par del rival argentino del Nessi, el Nahuelito. ¿Será este un plesiosauro que se negó a abandonar tal belleza del lago cuando la naturaleza lo llamo para extinguirlo, o tal vez un creativo recurso turístico cuando las temporadas no eran lo que se esperaban?. Lo real en esto es que hay gente con nombre y apellido que jura haberlo visto y no solo vecinos, desde antiquísimos indígenas de la zona hasta unos cuantos buses con estudiantes que se detuvieron hace unos años para observar las jorobas que pronto se hundieron en el lago. Me imagino la guía de entonces lo que habrá hecho para explicar semejante fenómeno. Años después el programa local Buenos Muchachos, mostró una rara imagen que daba una idea de que algo andaba por ahí.
Hoy esa imagen forma parte de un documental norteamericano recientemente rodado en nuestro país. Pero las temporadas turísticas mejoraron y parece que al Nahuelito le gusta la tranquilidad y se retiro a algún lugar lejos de los flashes y la curiosidad.
Es increíble como un mito resiste al avance de la cultura, aparece en el origen de los tiempos y su escenario es el mundo, se moderniza y toma de la modernidad elementos para crear nuevos mitos, como el caso de la rosa negra.
Con la aparición del sida se abría una atractiva puerta para la creación. Así apareció aquel relato de viaje de egresado donde un joven conoce una joven, se miran, se tocan, se besan, se acuestan.
Por la mañana un galán solo en su cama descubre como única compañía una caja y en su interior una rosa negra (?) con la leyenda "bienvenido al mundo del sida". Ahora bien, de donde salen las rosas negras, como entró la chica con una caja que no le haya llamado la atención al chico, y por ultimo, con lo que toman los chicos de viaje , ¿como les quedo fuerza para pasar semejante noche de lujuria?
Quizás uno de los elementos que hace eterno a un mito sea el no cuestionamiento de lo que se cuenta. No observar la lógica con que están construidas. Será que uno no analiza las pavadas increíbles con las que están hechos los mitos porque quiere tener un segundo de gloria, de deslumbrar al oyente con una historia que "solo yo se y que ahora te transmito porque yo quiero". Solo para un grupo de elegidos. Y que luego elegirán a otros para llamar la atención cuando se aburran en alguna fiesta o cuando les guste una chica en el colectivo y no sepan de que hablar para seducirla.
Y hablando de seducción ¿...que taxista no te contará sobre la pasajera que pagó su viaje con sexo?, y que seguro le paso a un compañero de la parada. O la vecina que pone botellas de agua en los canteros para que los perros no defequen. O los perros dejaron de defecar para siempre o el asunto no resultó porque las botellas ya desparecieron. Y los que desaparecen también, aunque no haya denuncias, parecen que son los órganos. Todo por culpa de una camionetita blanca o verde o azul, según la vecina que lo relate, que se lleva gente para sacarle las corneas, o las lindas chicas todas cirujanas parece, que luego de una noche de sexo no solo se llevan algo de tu billetera sino un riñoncito de recuerdo.
¿Como comprobar esto?
Aunque alguna vez alguien pudo decir con seguridad "...señores, esto no pasó".
Cuenta la leyenda de una profesora de gimnasia muy mediática que por las mañanas daba sus clases por ATC, acompañó sus movimientos en una oportunidad con una sonora flatulencia. La pobre tuvo que llevar durante años el estigma de un esfínter flojo cuando en realidad esto jamás ocurrió. Parece que no le caía bien a algún personal técnico del canal y fueron ellos quienes largaron a correr la bola. También cooperó la falta de análisis del hecho ya que era sabido que el programa era grabado y entonces ¿porque pasar al aire algo que pudo ser editado?. Lo cierto es que Maria Amuchastegui parece que ya no ejercita y mucho habrá tenido que ver este perjudicial mito. Y no quedó ahí. Tiempo después se dijo que en "La Noticia Rebelde" los conductores habían salido haciendo gimnasia con escafandras. Y se repitió tontamente ya que muchos decían haberlo visto. Quienes seguían "La Noticia Rebelde" sabían claramente que este chiste fácil jamás encajaría en un programa como ese, y como si esto no fuera poco uno de sus protagonistas, (Abrevaya) refiriéndose al hecho, dijo posteriormente frente a cámara que el gas nunca había sido expulsado y que ellos jamás habían hecho un chiste así. Pero el mito ya estaba en la calle.
Igual que los celulares.
Quien no vio alguna vez un cartel que prohíbe usar el celular en las estaciones de servicio. Una amiga pensaba que era como en los bancos, para no deschavar al empleado si lo veíamos con la billetera llena a la hora de dar un vuelto. Pero no.
El mito dice que podría volar la estación si justo a la hora de cargar te llama tu novia. Y nada mas falso, como lo demostró un programa de Discovery, donde unos tipos ponían un celular dentro de una campana de sándwiches junto a un balde de nafta. Cuando se junto suficiente vapor que haría explotar la campana al cielo, hicieron una llamada....
¡Y nada pasó! Nada, solo que dio llamada perdida.
Entonces probaron hacer cortocircuitar (perdón por el neologismo) la batería en las mismas condiciones y adivinen.... ¡de nuevo naaa pasó! Entonces, de quien fue esta idea que lo único que hizo fue explotar un nuevo mito, como si ya no tuviéramos bastantes.
Y aquí volvemos a aquello de que un mito a veces expresa un temor. La catalepsia, una amenaza en aquellos años, hacia temer sobre la posibilidad de ser enterrado vivo, de alli el mito de Rufina en la Recoleta, Hector Coire en los 60´(negado por su propio hijo), y Susana Brunetti. Hoy un simple EEG da por terminada la historia.
Tal vez cuando hacemos creer algo que ni siquiera hicimos un esfuerzo por chequear, por dudar, y que es casi siempre improbable, nos sentimos importantes, distintos e informados, aunque no tengamos la mínima idea de lo que hablamos. No será en todos los casos así, pero casi siempre.
Lo cierto es que jamás sabremos donde empieza la historia, donde terminará, si creer o negar.
Lo único real es que ella nos atrapará y no dejaremos de repetirla.
2 comentarios:
muy interesante... falta tu foto... jjajaj! bueno, cuando la subas, prometo enviarte la foto de la diosa maya...
besis mil
Sil
Nahuelito se juntó con Ogopogo y fajaron a Nessi, porque no les convidó wisky para emborracharse, ya que ambos, el barilochense y el norteamericano, sospechan que a orillas de sus hogares, en la Capital de los Lagos del Sur y en Canada, viven seres extraños que acostumbran ensuciarlos. Los oyen de día berrear en otros animales brillantes y vidriados, y de noche los ven envueltos en luces de antorchas encendidas mágicamente. La Organización Mundial Defensora de Monstruos Mitológicos (OMDMM) dijo "que Nessi no sea careta que y convide wisky, de qué se la da ese escocés pollerudo".
Más vale alucinar que contemplar a esos primatres que los molestan con leyendas ingenuas, pronunciadas para sobrevivir a una desesperación engendrada en el egoísmo y la incensatez.
Firmado: El hombre de la bolsa
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