En Bariloche

La casa cruje. El viento que no es tonto, no insistira mucho con ella. Afuera, un atrapa angeles acompaña con un hueco sonido, el paseo de las estrellas. Por fin puedo postear algo. La soledad de la casa la vuelve extraña. Todos duermen y es muy tarde. Hace frio. Y cumplo años.

Tres Labradores de diferentes edades me miran. Se mueven esponjosos por el piso de madera. En cualquier momento saltaran a la cama y no me gustara. Ya hace una semana que estoy aqui y algo en mi ha cambiado.

Dios,..engorde.

Se imaginan..el frio, barbaro para tomar algo caliente a cada rato, y solo no da, que sea con alguna cosita, no?

Y despues...almuerzos, cenas, meriendas, todas organizadas bajo la inimputabilidad del reencuentro. PArece que asi todo vale.

Y no me resisto. Ni a la comida de Claudia, ni las meriendas con Veronica, ni a los mil cafes con Sergio, o al pollo con Oporto de Roqui.

Estoy perdido. Volvere solo para el casting de ese programas de gordos de canal 13.

La nieve cae leve, como no queriendo. Da una vueltitas, coquetea con el viento, con el cabello, elige el pedacito de baldosa y luego se deja caer.

Y asi, como hermanas, cada copo es un mundo de giros e indecisiones.

A veces dejo caer la noche y rodeo la casa solo para escuchar en el silencio mis pasos que aplastan y unen miles de nieves viajeras. Se que debo estar atento. Pronto ya no pasara. Debo recoger en mi alma cada sonido de este invierno.

La casa queda cerca del centro, la nieve queda en todos lados. . Se resiste, irresponsable, a reconocer que la primavera tocara pronto la puerta. Algunas mañanas son blancas, pero otras no. Los locales se alegran que no nieve tan seguido y los entiendo. Esta ciudad, crecida desproporcionalmente, no esta a la altura de las necesidades. Un gobierno pobre en ideas y soluciones parece regir los destinos de un pueblito de montaña y no de esta gran ciudad. Es dificil la vida aqui. El asfalto se rompe con facilidad, y si la nevada es mucha, entonces se va la luz, el gas, y nadie sale de sus casas. Porque no se puede.

Hasta hoy todo ha sido aceptable. Ni mucho, ni poco. Y yo satisfecho.

Ya he pasado dos fiestas de cumpleaños, en unos dias habra otra, he conversado tanto, pero tanto con esa gente que hace de la charla algo imperdible...

Y tambien he reconocido en las caras viejos afectos, nuevas alegrias.

Estoy donde quiero estar. No es facil conseguirlo.

Pero es asi.