martes, 26 de febrero de 2008

Medico$ S.A.


Cuando éramos chicos todo se operaban de amígdalas. Al regreso de la intervención los privilegiados narraban unas anécdotas que nos hacían morir de envidia. De que habían llorado, habían sentido miedo, no, de eso no hablaban. Solo de la cantidad de helados que habían tenido que tomar luego de la operación. Por aquellos años no teníamos idea cual era la propiedad terapéutica del helado en esos casos, pero los muy guachos nos hacían envidiar alardeando de las dosis gratuitas de helados servidas en el sanatorio.
Con el tiempo creí que la frialdad de ese antiguo postre podría tener propiedades cicatrizantes, no se... ¿Para que carajo le daban helados?
Como sea, a la hora de ordenar la operación era un buen argumento para no protestar y acostarse solito en la mesa de operaciones.
Hoy los chicos ya no se operan de amígdalas. ¿Y porqué?
¿Es que acaso esos problemas ya no existen? Con que motivo los operaban, como convencían a las madres, es un misterio. A los chicos ya sabemos que con el helado.
Insisto, hoy nadie se opera de las amígdalas.
Otro curro interesante pero doloroso eran las plantillas para combatir el pie plano.
Malditos bastardos aquellos "profesionales", no había uno que te salvara de esos elementos de tortura. Eran marrones, duras, con protuberancias que nos obligaban a caminar como si estuviéramos recibiéndonos de fakir, a cambiar los zapatos por unos más grandes y a sufrir, sufrir...
Te hacían la paranoica. Úsalas nene, que se te van a deformar los pies...
Yo realmente las tiraba al carajo. No me las ponía. Con toda la historia que traían atrás no me importaba si iba a quedar con los pies deformados para siempre, ya que ese parecía ser el resultado de ignorarlas. Y no me las puse, quedaron nuevitas, olvidadas por ahí. Hoy no tengo ninguna deformidad, camino varios Km. por día y nada me duele, no se me desvió la columna ni tengo dolores de ninguna clase. Y no veo gente deformada por el diagnostico de PIE PLANO, aquello por lo que intentaron obligarme a usar esas sádicas plantillas.
Además hoy no conozco ningún chico que tenga que usarlas ni tampoco que se desprenda de sus amígdalas.
Y saben porqué, porque el negocio se debe haber acabado. La extracción de amígdalas seguro que era una manera inocua de hacerse unos pesos a dividir entre cirujanos anestesistas y otros convidados con dudoso resultado. Hoy este tipo de operaciones innecesarias se siguen haciendo y se llaman cesáreas.
¿Saben cuantas madres se hacen cesáreas en hospitales públicos y cuantas en sanatorios privados?
Las de los hospitales públicos son bastante menos que la de los sanatorios. En los hospitales las cosas no son al pedo, se hace lo que es necesario, no hay recursos. En los sanatorios una cesárea dá de comer a varios, no hace daño, salvo esa horrible cicatriz, y se puede justificar fácilmente. Además la paga la prepaga y si no tenes la pagas vos. Es más, el efecto colateral de la cesárea lo arregla un cirujano plástico, y así sigue la cadena con mas guita para repartir.
Médico$...sus resultados se exponen al sol, sus errores los esconden bajo la tierra... dicen por ahi.

7 comentarios:

♋ Mariposa dijo...

Hola Fabi, cuànta verdad, mi hermana se operò de agmìdalas....hoy por hoy ir al mèdico es un tour, sin ir màs lejos en la clìnica "J" de Temperley que suelo ir allì el tour te lo encajan psicològicamente, te duele el trasero y te mandan a hacerte una R.U.M.,"por que quizàs tenès algo que no lo ves", lo mismo a los pibes chicos,una barbaridad...y es la nueva era de medicina parece viò, antes, no te mandaban al psicòlogo, te daban un tortazo que te quedaba la jeta inflada por semanas, el hielo...buscatelo vos en casa del vecino.
Besos hermoso!!!!
(vine sùper renovada)

Anónimo dijo...

habría que analizar si las palabras "algunos lo eligen" son las más acertadas para definir el ser cartonero.
En lo personal, no me agradan esas palabras, no solo porque no creo que todo en la vida sea cuestión de elecciones, sino porque creo que hay problemas de la sociedad y no solo del individuo.

Son muchas estructuras sociales determinantes.

Te respondí en el blog, espero que pases.

Rosa Luxemburg dijo...

Fabian:
Que buen blog!! muy interesante, me gusta tu mirada crítica sobre las cosas.
Voy a pasar mas seguido por aquí...
Cariños

Sol dijo...

A mí nunca me quitaron las amígdalas porque nunca me dieron problemas hasta los 18 años que se me infectaron por primera vez. Y ahora, de vieja, se me infectan todos los años y me duele..! Malditas amígalas.

Anónimo dijo...

El sistema de salud hace que Kafka parezca una putita jolibudense descerebrada, pero hay médicos piolas, agujas en el pajar de la burocracia industrial.

Los mejores, en cuanto a ética, suelen estar en el sector público, mezclados con los personajes de "Darse cuenta" y algunos corruptos excecrables.

Todos los de la tele, por ejemplo, son empleados de la industria que convierte pacientes en billeteras a desangrar, defensores a ultranza de una privatización de la salud. Esos médicos de tele entran a un hospital público y se desmayan del horror que les produce la realidad sanitaria del país. deben pensar que la sangre es de utilería, y de pronto, plop, respiran olor a carnicería.
Caribdis
(Escila se mandó a mudar)

MM dijo...

Amigdalas y plantillas...

Genial recuerdo de otras épocas. Yo llegaba a envidiar a mis compañeros que se operaban, y las plantillas (las mismas) las llegué a usar más de 20 años. Un adicto total.

yo dijo...

si, a mi me operaron del "cogote" y me convencieron con el helado. Tenía 4 años,.... no me olvido más...se ve nunca había tenido tanto miedo en mi vida.

Ahora con las series tipo "Dr. House" uno tiene miedo de pisar un hospital....

Saludos! :)