martes, 5 de julio de 2016

El saltamontes


Tendría tal vez 14 años cuando la vi por primera vez.

Promediaban los ´70 cuando apareció en la tele B y N de entonces y apenas pudimos saber cuan bella era su fotografía, cuan pulidos eran sus planos ni tampoco lo especial de sus escenografías casi teatrales.
Hasta que la vimos en color.
Desde la pantalla, un desgarbado y empobrecido protagonista era el héroe del asunto.
¿Pero podría ser posible que una serie donde se intentaba quebrar con todos los cliches que por ese entonces traían las series yanquis, pudiera tener algún éxito?
Nunca supe de números o si generó alguna ganancia y si era lo que esperaban sus productores. Lo que si supe fue que ese programa se metió bien profundo en nuestras fantasías, con un mensaje muy diferente al que solíamos recibir.
Kung Fu estaba interpretada por un joven David Carradine, un desconocido y autentico hippie, que antes de ser actor quiso ser granjero, pero la cosa no le duro mucho. Su destino polvoriento estaba en esos caminos del lejano oeste donde su personaje a veces la pasaría muy mal y pocas veces bien. Mientras tanto, desde nuestras casas nosotros viajábamos con el. Sentimos el calor de las marcas del dragón en sus antebrazos y fuimos tan veloces como él a la hora de quitarle el guijarro a su maestro . ¿Pero, cual era el merito de la historia?.
Romper, quebrar, mostrar otro estilo de show. Un serie que se filmaba con calidad en sus encuadres y en su iluminada fotografía, sus escenarios y sus actuaciones. Por alli paso una jovencisima Jodie Foster, con no mas de 8 años, para dejar en "Aletehia", ese era el nombre del capitulo, una memorable lección de lo que es la verdad y hasta donde defenderla. O algún otro, dirigido por quien luego se eternizara con el clásico "Fiebre del sábado por la Noche" o "En la mira de los Asesinos", John Badham.
La búsqueda de Kwai Chang Caine no cesaba. Hijo de madre china y padre norteamericano intento ingresar al monasterio de Shaolin durante mucho tiempo sin exito. Varios fueron los dias donde el niño de 12 años, huérfano, permanecía a la intemperie a las puertas del templo esperando ser elegido para ingresar como estudiante. Lluvias, soles ardientes, no le quitaron la conviccion, extraño ejemplo en una serie de esa época y venida de los Estados Unidos.Y luego, cuando el guijarro por fin es quitado de la mano de su maestro, Kwai ya esta listo para salir al mundo como un sacerdote y un triste suceso lo pone en fuga, llegando como un asesino, al lejano oeste norteamericano. Alli buscara a su hermanastro, su única familia...y entonces se precipitaran sus aventuras que servirán como ejemplo para reflexionar sobre la violencia, la paz, el amor o la verdad. Y también el racismo.
 Kung Fu, fue una verdadera joyita que duro apenas dos temporadas. Transmitió una filosofía de vida que siempre estaba del lado del amor o de la no violencia. "La violencia confunde las cosas", dice uno de su personajes, "confunde malos con buenos" ...
Y tal vez sea cierto..
Por estos caminos transitaba Kung Fu. Hoy aquel David Carradine no existe mas , se ahorco en un presumible juego sexual, asfixia erótica, también llamada hipoxifilia, en un hotel de Bangkok. Aquel que fuera el pacifico Kwai Chang Caine, pero también el imprevisible y sanguinario Bill, de Kill Bill, aquella obra superior de Tarantino.
Esta nota tal vez tuvo algunos guiños, pistas que gente de mi generación seguramente entendió, pero para todos aquellos que quieran vivir aquellas aventuras de una época diferente y en una serie extraña, pueden hacerlo enwww.seriesyonkis.com ojala sigan alli ambas temporadas de aquella mítica Kung Fu.
Y de aquel inolvidable actor que fue David Carradine.



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