martes, 5 de febrero de 2008

Javier.

Javier es lector de este blog. Pasa por aqui y cada tanto me deja algun comentario que siempre me parece válido, interesante; aunque como algunos otros, no siempre estoy plenamente de acuerdo.
Y eso es lo bueno, al menos para mi. No soy de aquellos que solo publican comentarios que favorezcan, que alimenten el ego o que sean una complicidad. Me gusta que disientan, me gustan repensar aquellos comentarios que no acuerdan conmigo.

Pero no soy muy partidarios de contestarlos.
A Javier lo conozco personalmente. Compartimos algunos años en la misma empresa y se de él que es un tipo medido, educado, inteligente y a mi humilde modo de verlo, algo desprovechado en esa compania.
Porque Javier, creo que esta para mas. Tal vez el lo sepa o tal vez no lo crea asi. Como sea, Javier: eso es poco para vos. Ojala algun dia se alineen los planetas como corresponden y te toque a vos salir de alli.
Para él escribo esto, porque me ha pedido varias veces que conteste los comentarios, y yo elijo no hacerlo. Creo que quien comenta debe tener la ultima palabra. Sin embargo soy un bipolar. Me gusta leer cuando algunos otros compañeros les contestan los suyos a sus lectores. A mi no me sale. Creo que lo que se dice aqui esta bien. Lo que digo yo o lo que dicen otros. Si bien luego saco mi propia reflexion, creo que esta pagina puede ser algo donde quien quiera hablar que hable. Hasta los del mismo anonimo que me deja absurdos comentarios y que tambien son bienvenidos.
Este blog no tiene muchos comentarios. Lo sé. Pero lo cualitativo es mas valioso que lo cuantitativo. Quienes leen este blog y opinan son todas personas que tienen blogs muy calificados, terribles escritores/as, maravillosos/as poetas, interesantes y divertidos pensadores/as. Y los que no son bloggeros no se quedan atras. Y no exagero. La mirada de todos ellos hacen increible e inmerecida la suerte mia. Eso es lo que mas me interesa y valoro, no una estadistica.

10 comentarios:

ItoCuaz dijo...

Fabián,

El problema de los comentarios es que, tarde que temprano, comienzan a ser el injusto medidor de la calidad de lo escrito. Terrible error, si todos sabemos que la literatura no guarda consideraciones estadísticas aunque el ego no se deja engañar tan fácil, ¿sábes?. Sin embargo, a pesar de ello, me he convencido que vale más el eco que encuentro en algunos cuántos que el silencio de el resto. Más aún, cuando el resto comenta algo, creo que decididamente prefiero su silencio...
La moraleja de tu texto es que, probablemente, reabra la opción de comentarios. Es cuestión de esperar el momento.

Recibe un fuerte abrazo del México primaveral(aunque falte más de un mes)

Anónimo dijo...

Hola Faby:

Gracias por semejantes palabras!!! La verdad me puse colorado.
En el tiempo que estuvimos juntos demostraste la calidad de persona que sos...pero nunca termine de conocerte...y esa es tu mayor virtud: tener siempre un as en la manga para sorprender a los demas. No digo esto de compromiso, sino para explicar él porque de mis visitas a tu blog. Ayer dije: No espero encontrar cosas huecas, sabes por qué? simplemente porque sé perfectamente que no son propias de vos. Es por esto, mi insistente pedido de que respondas los comentarios. Ademas, tu calidad hace que sea inevitable visitarte y leerte.
Cambiando un poco de tema: No tuve la oportunidad de contarte: Desde el viernes 28/12/07 deje Jumbo !!! y desde el 09/01/08 estoy trabajando en el Banco Credicoop!!! parece que los planetas se alinearon!!! Cuesta un poco el cambio pero es otra cosa y obviamente mucho mejor. Bueno faby, otra vez gracias. Espero que los problemas (al parecer eso tenias) hayan desaparecido y que tu vida sea plena de felicidad.
Dos cosas:
1) Este es mi mail: javier_aquelarre@hotmail.com
Cualquiero cosa me escribis
2)Puedo pedir que este comentario no lo publiques? queda en vos.
Un abrazo

Javier

Patricia "La Gata Flora" dijo...

A veces me molesta que no contestes los comentarios, porque me gusta el intercambio de opiniones. Pero es tu libertad de elegir.
A mí me gusta recibir y contestar comentarios, tal vez porque me encanta que acaricien mi ego. Me hace creer que a alguno le interesó lo que escribí. Pero también es cierto que es preferible poco pero bueno.

Sol dijo...

Qué lindas palabras para un amigo y lector.
Pues estoy de acuerdo contigo Fabián, las estadísticas importan muy poco, son sólo números; y la vida me anda enseñando siempre que la mayoría de los números de mi vida no dicen mucho ni me sirven para nada. Calidad vs. Cantidad. Siempre prefiero la calidad. Bueno no siempre, cuando era estudiante y tenía mucho menos dinero que ahora tenía que elegir cantidad... pero esa es otra historia y ya me estoy yendo por las ramas. (como Tarzán, je je je!) ;)

Un abrazo grande.

Anónimo dijo...

Paparuchas...
En mi época de bloggero recibía un promedio de 30 visitas por día, y raras veces un comentario se deslizaba debajo de mis escritos, a tal punto que a veces me amargaba, incluso, algunos lectores decidían comuncarse por vía privada porque hasta tenían vergüenza de compartir un concepto así sea refuguados en el anonimato. Es más, hay gente que ni entra en los comentarios o, si entra, lo hace sólo para escribir algo sin leer a los otros comentaristas. Un diario íntimo expuesto, en cambio, suele gozar de popularidad, de comentarios egocéntricos que no le importan nadie, salvo a los que estrujan su soledad en una pantalla frígida, pues parece que hay un mórbido fetichismo por las intimidades, reales o míticas, que algunos comparten, como si el universo deseperara por leer que a fulano le duele el orto. Sí, está bueno que el lector tenga la última palabra, pero una vez, alguien de apellido Signato (en esa época yo ponía, sin malas intenciones, Signatto) me dijo, "aunque nadie te diga nada, tus palabras detonaron en el silencio"; jah, esa enseñanza me permitió madurar algunas cosas.
Con o sin comentarios, el silencioso juicio del lector prescinde de la vulgaridad de la palabra, la hermosa vulgaridad de la palabra.
Vermú con papafritas y gudyou

La Incondicional dijo...

Bien por usted! A mi tambien me esta ya molestando bastante los elogios en el blog y esa constante palmadita en el hombro. Lo que pasa es que, muchas veces, para no comulgar con la idea de un post hay que ponerse a pensar. Y cada vez es menos la gente que tiene ganas de eso.

Anónimo dijo...

¿Y...?

MM dijo...

Como decía Nietzsche, "hay que apartarse del mal gusto de coincidir con las mayorías".

Tu blog es buenísimo, un placer leerlo!

Anónimo dijo...

muy bueno su blog, creo que sus opiniones filosas de lo cotidiano, desnudan el placer de las vivencias.
de corazon

Anónimo dijo...

...mañana es mejor...