Cara a cara en Plaza San Martin.
Apenas dos metros nos separaban.
Fui achicando la distancia, yo iba de paso, el vino a proposito.
Un acto por muertos por la subversion amurrallo plaza San Martin. Trataba de salir, pero la policia acordonaba las salidas.
Cerca, una banda de contrarios, o los que quedaron vivos o sus hijos, acometia con canticos contra los de la plaza. Amenazas, insultos, de todo.
Los viejos del poder vencido solo miraban, la policia cuidaba.
Y alli, entre tanto reinvidicador estaba él.
El tipo al que supe un imbecil el primer minuto de su gloria olvidada.
Escribi una carta de lectores por él que Clarin publicó y algunos medios del interior tambien. Alli lo trate de mediocre comandante.
Parecia que sabía, que me reconocia. O tal vez me devolvio la mirada solo porque pensó que lo felicitaria.
Quise preguntarle como olia a fuego una nave antartica, o como iba con los sumarios y los juicios.
Pero no me anime. Eran muchos con él.
Tarapow, ya sin nada que incendiar estaba a solo dos metros mio.
3 comentarios:
Hay gente que lo cree un héroe? Dios mío, estas cosas me indignan. Bueno, claro, la impunidad siempre indigna. Un beso.
sos tan cobarde como el !!!! le hubieses dicho lo que sentias, pero todos son machos de lejos !!!
JUa, JA..todos son machos de lejos, como este/a que firma anonimo.!! y acusa de cobarde...Pero que hay que ser pelotudo...eh!
Marcelo Fenton.
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