Ni una puta bandera. Esta vez las huestes del sospechoso empresario periodístico no salieron a la calle a generar otro kilombo más, de los que existen, en la suelta de banderas. La entrega debió haber sido una entrega calificada…a vos si…a vos no…
No cualquiera debería estar ostentando una bandera en el techo amarillo de su taxi. Y los que por avidez, o tonta ambición se conseguían dos, eran los que dos veces pasaban por el mismo lugar duplicando el kilombo solo para decir, que vivo soy me dieron dos banderas….La viveza argentina…Como un carnaval, como una kermés. El argentino tipo solo consigue bandera si Hadad se la regala o si juega la selección.
Ayer visite uno de los pocos negocios de venta de banderas que hay en capital. En la calle Bme. Mitre. Y si bien es un lugar por demás pintoresco y aproveché a comprar un pin, fui a conversar con la dueña y lo sospechoso fue certeza. La venta no crece porque llegue una fecha patria, ni el 25, ni el 20 ni el 9. Nada hace que las banderas aumenten su salida. Al menos como uno creería que debería ser.
Salí a la calle, mire a los cielos y casualmente había balcones, y nada.
Mire los taxis, otrora nacionalistas perfectos. Falsos trabajadores casi delincuentes. Antes con las banderas gratis era fácil sentirse argentinos, pero cuando la banderita se despedazó…que creías que te iba a durar para dos mundiales….ya no hay ningún interés en tener una ondeando de la ventanilla del tacho. Volví a mirar balcones, nada…pero es que no hay nadie que haya guardado algún trapo, ¡…algo…!
Años atrás la cosa parecía ser mas ornamentada, no era tan difícil ver banderas en edificios no públicos, en balcones comunes y puertas de las casas en el gran Buenos Aires. Salvo esa casita en Temperley donde alguien hoy, con buen gusto juntó globos celestes y blancos y los clavo con palitos a un macetero creando así un homenaje al 9 de julio un poco mas original.
Pero en la Ciudad de la Furia?...¿que paso con las banderas?
¿Y con las escarapelas?
Y no digan que es difícil conseguirlas, las venden en cualquier esquina, sin embargo no hay gente con escarapelas pinchadas en el pecho. Y no vale esa boludez de…la llevo en el corazón…
Me fui del centro en blanco y negro. Ningun celeste reconocía por allí la patria. Las banderitas de Hadad, del 25, ya no existen. Los balcones no las contienen, la gente no usa escarapela. ¿Es que acaso es más fácil celebrar un Jalowin, un tonto San Valentín, un patrono cervecero? ¿Y no un 9 de julio?
Estamos hechos mierda. Tal vez no sirva de nada ostentar una cintita en el pecho.
Aunque para otros sirva para mucho, para decir que aun queremos, amamos y sentimos una tierra.
Compartimos un bloqueo en Entre Ríos, sentimos cada gota de cianuro derramada en San Martín, sentimos cada árbol muerto a hachazos y sentimos cada cm. cuadrado vendido regaladamente a neos conquistadores extranjeros.
No cualquiera debería estar ostentando una bandera en el techo amarillo de su taxi. Y los que por avidez, o tonta ambición se conseguían dos, eran los que dos veces pasaban por el mismo lugar duplicando el kilombo solo para decir, que vivo soy me dieron dos banderas….La viveza argentina…Como un carnaval, como una kermés. El argentino tipo solo consigue bandera si Hadad se la regala o si juega la selección.
Ayer visite uno de los pocos negocios de venta de banderas que hay en capital. En la calle Bme. Mitre. Y si bien es un lugar por demás pintoresco y aproveché a comprar un pin, fui a conversar con la dueña y lo sospechoso fue certeza. La venta no crece porque llegue una fecha patria, ni el 25, ni el 20 ni el 9. Nada hace que las banderas aumenten su salida. Al menos como uno creería que debería ser.
Salí a la calle, mire a los cielos y casualmente había balcones, y nada.
Mire los taxis, otrora nacionalistas perfectos. Falsos trabajadores casi delincuentes. Antes con las banderas gratis era fácil sentirse argentinos, pero cuando la banderita se despedazó…que creías que te iba a durar para dos mundiales….ya no hay ningún interés en tener una ondeando de la ventanilla del tacho. Volví a mirar balcones, nada…pero es que no hay nadie que haya guardado algún trapo, ¡…algo…!
Años atrás la cosa parecía ser mas ornamentada, no era tan difícil ver banderas en edificios no públicos, en balcones comunes y puertas de las casas en el gran Buenos Aires. Salvo esa casita en Temperley donde alguien hoy, con buen gusto juntó globos celestes y blancos y los clavo con palitos a un macetero creando así un homenaje al 9 de julio un poco mas original.
Pero en la Ciudad de la Furia?...¿que paso con las banderas?
¿Y con las escarapelas?
Y no digan que es difícil conseguirlas, las venden en cualquier esquina, sin embargo no hay gente con escarapelas pinchadas en el pecho. Y no vale esa boludez de…la llevo en el corazón…
Me fui del centro en blanco y negro. Ningun celeste reconocía por allí la patria. Las banderitas de Hadad, del 25, ya no existen. Los balcones no las contienen, la gente no usa escarapela. ¿Es que acaso es más fácil celebrar un Jalowin, un tonto San Valentín, un patrono cervecero? ¿Y no un 9 de julio?
Estamos hechos mierda. Tal vez no sirva de nada ostentar una cintita en el pecho.
Aunque para otros sirva para mucho, para decir que aun queremos, amamos y sentimos una tierra.
Compartimos un bloqueo en Entre Ríos, sentimos cada gota de cianuro derramada en San Martín, sentimos cada árbol muerto a hachazos y sentimos cada cm. cuadrado vendido regaladamente a neos conquistadores extranjeros.
Por eso, entonces.
Tal ves esa cintita sea en pedacito de tela donde se guarda una esperanza.
Tal ves esa cintita sea en pedacito de tela donde se guarda una esperanza.
3 comentarios:
Sí, totalmente de acuerdo.
El 9 de Julio es una fecha removible, o pronta a ser removible, para felicitar la industria sin chimeneas, el turismo, que no por carecer de emanaciones tóxicas deja de ser algo a veces nocivo, discriminatorio, y detentado por empresarios carentes de sensibilidad social.
El 9 de Julio es, como el 25 de Mayo, una celebración lúgubre, un fantasmal patriotismo, nunca una fiesta. Deberíamos aprender de los chilenos, por no nombrar a los estadounidenses, pues un día patrio, al margen de lo mal que pueda estar el país, debiera ser excusa de fuegos artificiales y baile de lo que venga, pero no, todavía se celebra la Independencia como si nos doliera celebrarla, un acto frío, riguroso, otrora un desfile interminable de militares y veteranos de Malvinas, siempre tan pacatos los argentinos, y encima sin banderas, sin escarapelas, con un sentimiento de cínica derrota ondeando en el corazón donde ha muerto la bandera.
Si..se desgarra la cultura....en la escuela de mi hijo este año no hay fiesta...ni sìmbolos ni nada....sòlo la dejan para los màs chiquitos como una obligaciòn....a ellos que ni idea o interès de una bandera...
Fabiàn,te contesto aqui sobre tu opiniòn,las mujeres en celo y estado de envidia son los peores monstruos que eh visto en mi vida...menos mal que no soy rubia como Pamela Anderson...ya me hubiesen acuchillado...ja...
hablo de mi lado machista,màs acorde que el feminista,pues tal no existe....
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