Una que sepamos todos

Pense en encontrarlo viejo y encorvado, de voz alcoholica y olvidada. Dando algunas brazadas para seguir siendo recordado. Exento de emocion, incapaz de transferirla.

Si, no le tenia mucha fe a Nito Mestre, jamas lo habia visto en vivo y creia que este momento no seria el mejor. El mismo renunciamiento que tengo con Charly Garcia, al que despues de verlo mil veces me da panico ver ahora.

Pero Nito hizo fallar mis prejuicios.

Lo vi el viernes, en el desconocido pueblo de Ramos Mejia, sector del conurbano que jamas habia pisado. El bar estaba lleno, mas de 140 personas esperaban por el cantante de Sui Generis. Mi amigo Nando, con quien habia ido, lo conoce personalmente y su hija Celeste se puede decir que es amiga personal de Nito. Crei entonces ser arriado para hacerle el aguante a un cantante en decadencia.

Y me equivoque. Me encontré con un tipo entero, amable, comunicativo. Con la voz aun perfecta y entregando todo desde ese pequeño escenario de Mr. Jones, un pub en la ya mencionada Ramos Mejia. Uno a uno fue despertando viejos sueños, una a una fueron apareciendo esas caras amadas de viejos amores adolescentes, cuando la musica de los Desconocidos de Siempre era la banda sonora de nuestra propia pelicula. Los eternos temas de Sui, los mejores, se presentaron con mucho respeto y con la calma emocion de los presentes. Aprendizaje, Dime quien me lo robo, Casandra, Lunes otra vez, Rasguña las piedras, Bienvenidos al tren y lo de su etapa solista...Hoy tire viejas hojas, Distinto tiempo y otras que como un misil cargado de recuerdos empezaron a explotar en todos los corazones alli presentes.

Valio la pena el viaje desde Temperley. .

Valio la pena verlo bien.

Pero tambien valio la pena recordar....