sábado, 5 de abril de 2008

Toon Maes

Maes fue un pintor de origen belga que vivio varios años en Bariloche. Esto no tendria nada de especial si no fuera porque en sus años mozos fue jefe de propaganda del nazismo que ocupaba Belgica. Hace unos dias se hizo una muestra de sus obras . Nada casual y tal vez algo desubicado, la Subsecretaria de Cultura de la Municipalidad la programó precisamente para el 24 de marzo. Linda fecha para exponer un pintor nazi ya fallecido. Habría que tener en cuenta que Maes no hace una apologia de ningun tipo en sus obras. Algunos vecinos de Bariloche rapidamente descolgaron las obras expuestas. Lo que sigue es una reflexion de aquel asunto.

Que Bariloche fue cuna de refugiados nazis, nadie lo niega. Yo mismo tuve que soportar hace algunos años los discursos de Juan Mahler o Reinhard Kopps, el ex espía del Abwehr (Servicio de espionaje militar del Reich) cada vez que nos encontrábamos por ahí.
¿Es decir, si Mahler hablaba conmigo, con cuantos mas hablaría?
Que era nazi lo sabíamos muchos. Los libros que aun publicaba vía Alemania los tuve en mis manos. Que finalmente él sería quien entregara a Priebke, nadie podía imaginarlo. ¿Seré acusado de nazi por los mismos espíritus sensibles que cancelaron la muestra de Maes si digo que sentía compasión por la familia del ex director de la Asociación Germana en Bariloche? Ver el rostro de su nieta, una adolescente en la mira, me producía una dualidad en mis emociones. Que culpa tenía, pensaba.
De pronto, toda una ciudad que lo respetaba se volvió en contra. Recuerdo un medio de distribución gratuita que en soledad se permitía defenderlo. El resto acompaño el proceso de deportación con rigor periodístico. ¿Acaso ningún medio conocía el verdadero pasado de Erich Priebke?
Parecía que no.
El tema nazi en Bariloche parece ser hoy una llaga inolvidable que no cierra.
He aprendido en estos últimos tiempos que la intolerancia no tiene signo. Se puede ser racista siendo negro, discriminador siendo gay, intolerante de derecha o de izquierda. En la Argentina, los bellos grises parecen no existir. Se es negro o blanco.

Estas conmigo o estas en contra.
Maldita herencia de una dictadura feroz que algunos aun no logran despegar. Si desapruebo la represión setentista soy un zurdo, si desapruebo a los “jóvenes idealistas”, o soy un ignorante o soy de derecha. Las posiciones intermedias pasan a ser sinónimo de cobardía o de escaso compromiso.
Según ellos, los intolerantes.
Tanto uno como otro abrevan sus discursos en argumentos históricos que devienen en consecuencias siempre reñidas por la ley, la moral y la ética. Y no lo notan, eso es lo peor...
El descuelgue de los cuadros de Toon Maes, jamás vi uno de ellos, salvo por las fotos de un medio barilochense, pareció ser para algunos la muestra mas cabal que a mas de 60 años de terminada la II guerra no todos pueden olvidar sucesos que jamás vivieron. La muerte de judíos en los campos no lo pondré en duda jamás, pero los descolgadores del pintor nazi jamás la vivieron. Aceptaría una reacción así de algún sobreviviente de Treblinka, aun inmerso en un dolor inextinguible. El resto tiene la contundencia de la historia conocida por manuales. Se puede sentir dolor, indignación. Pero no deberían tener odios. Ni la piel tan sensible.
Es larga la discusión sobre si Mein Kampf (Mi lucha) debería ser reeditado. Y aun peor, si debería ser puesto a la venta en librerías. Para sorpresa de muchos se puede conseguir discretamente en puestos de diarios. Yo tengo una copia que guarde muy bien originada en los años 50, y que me vino de un simpatizante del nazismo. Cuando la recibí me considere un elegido de poder tener el pensamiento vivo de Hitler y saber claramente si estaba con él o no. Hoy sé que no y no solo por los textos que cuentan la guerra sino por conocer su propia voz. No publicar ese libro dejaría a una generación sin la posibilidad de algo importantísimo.

Tener una certeza sobre el asunto.
Algo que nadie podrá negar. El propio pensamiento de Hitler.
Descolgar las pinturas de Maes, también nos quita algo.
¿Quizás algún desconcertado observador podría abrazar al nazismo luego de una vista a su obra? ¿Acaso hacía alguna apología del nazismo en cada tela?
Puedo aceptar sobre la poca conveniencia de la fecha y lo descolocado de la subsecretaria de Cultura. Tal vez haya sido un error lamentable. Pero esas obras deben ser puestas nuevamente a consideración de la gente y en un lugar importante si es que sus valores lo ameritan mas allá de ser nazi o no.
Por estos días en Alemania, quien mejor que ellos para hablar de estos temas, se realiza una exposición del arquitecto de Hitler, Albert Speer, un genio que diseñó uno de los lugares mas bellos de Alemania, el Berghof, la casa de descanso del Furher, y lugar de encuentros amorosos con Eva Braun.
Hay varios documentales que muestran la belleza de sus vistas.
Speer, cumplió una condena luego de Nuremberg, en 1946. No resulto inocente de desconocer las intenciones de Hitler, es decir, era un colaborador convencido, situación que pago con 20 años de cárcel.
En estos días en Berlín se muestra uno de los proyectos mas gigantescos de su vida. La construcción de la metrópolis nazi conocida como Germania, para lo cual necesitaría mano de obra esclava y conseguida, donde mas , en los campos de concentración.
La guerra anuló este proyecto. Lo que se observa en Berlín muestra la maqueta de lo que podría haber sido esta obra monumental, pero también el talento de Speer. ¿Creen que alguien en Berlín pidió que se levante esta muestra por el pasado nazi de Speer...?
No, y lo que es mas, esta dirigida también para el turismo.
Hay que tener las cosas muy superadas para exponer una obra así.
Cosas que en Bariloche, siempre con esa mentalidad algo despaciosa, algunos nunca podrían tolerar.


Publicado en Bariloche 2000. http://www.bariloche2000.com/article.php?story=20080405212208115

5 comentarios:

♋ Mariposa dijo...

FABI PASATE POR EL BLOG, QUE HAY UN POST REFERIDO A UN COMENT TUYO...QUE VOS SABRÀS AMPLIAR A LA PERFECCIÒN, PARA OTRO POST..BESOS

KLAU dijo...

A VECES ME ADMIRO DEL PODER DE ABSTRACCION QUE ME AUTOIMPONGO ANTE CIERTOS TMAS QUE TERMINARIAN CON LA UNICA NEURONA QUE PRESERVO Y CUIDO

KLAU

MaxD dijo...

Tu duda es atendible. El nazismo fue mucho más que el genocidio, aunque esto último tuvo una dimensión tal que superó todo otro calificativo característico y que, sin duda convirtió a este tipo de crímenes en imprescriptibles y de lesa humanidad. Incluso un jefe de propaganda no podría excusarse por la ignorancia o desacuerdo. Más aún, si en los años posteriores, hubiera esgrimido un pedido de perdón con arrepentimiento y reparación, sin duda el "descuelgue" hubiera quedado desmedido. No sé en este caso, en el de Priebke sé que no, y ahí está pagando las culpas en con la justicia de sus victimarios.

Decía que había más detrás del genocidio en el nazismo, fue la búsqueda de un pueblo por su propia dignidad y la elaboración de una nueva ontología (ver Heidegger). Pero este intento deformó en un totalitarismo imperialista de corte etnicista exacerbado. La derrota lo dejó más aún sumergido en el pozo de los villanos.

Eso sí, pobre la nieta, que carga con el apellido y en realidad, con la incapacidad de su abuelo de retractarse a tiempo.

Anónimo dijo...

Fabian,
Que bueno, totalmente de acuerdo, soy uno, bueno al menos uno..

Anónimo dijo...

No estoy de acuerdo ( o que te mensabas!)
Ignorar la obra de un artista puede ser una forma de castigo, y todo castigo queda insuficiente ante lo hicieron y representan estas personas.