Hace un par de años recibo por la mañana un llamado. A traves de el mi amigo Fabricio me invitaba a participar de la realizacion de un comercial para la firma Monsanto. Habiendo sido su jefe de produccion en otras epocas, volver al ruedo me parecia interesante. Por la tarde de aquel dia y sin perder tiempo tendría una reunion en la productora para ver de que se trataba el trabajo. -Esto es especial para vos, me habia dicho Fabricio.
En pocas horas estuve alli, luego de soportar la mirada extraña del actual jefe de produccion me enteré de que se trataba el asunto. Mientras escuchaba veia al tipo mirarme de arriba a abajo hasta que por fin develo sus intenciones.
-Ya se....yo fui profesor tuyo! Y si, ahi tambien yo recorde mi breve paso por la escuela de cine de Lomas donde el nos dio algunas clases. Breve porque yo ya trabajaba en cine y lo que alli podian enseñarme no era precisamente lo que yo andaba buscando. Pero recuerdo sus clases como divertidas, aunque no recuerdo que era lo que dictaba. ¿Se acordaría de que de esa escuela me rajaron? No importa, pensé, se acuerda de mi y listo, ¿me aprobara para el trabajo ahora?
El trabajo era fantastico. Monsanto pedia un scouting de historias. Un viaje de una semana por Rojas, Cañada de Gomez y La Carlota buscando historias que luego de una seleccion Monsanto filmaria para una de sus publicidades. El equipo lo conformaba mi amigo Fabricio, director de la peli (unos dias nada mas con nosotros) un camara, yo y un Polo rojo con ruido en la direccion. ¿LLegariamos con este auto? pense al hacer los primeros kilometros.
No hubo mucho tiempo para preparar nada, al otro dia temprano saldriamos para Rojas, nuestro primer destino. Al llegar alli, la presencia nuestra desperto hasta la inquietud policial, lo mismo pasaria en todas las ciudades donde fuimos. Por suerte, ya habia investigado cuales eran los medios escritos de cada ciudad y por email les habia hecho llegar una gacetilla contandoles nuestras intenciones. Entonces el pueblo ya sabia quienes eramos, y asi se abrieron algunas puertas mas facilmente.
El motivo de este post no es narrarles toda la aventura, ni todas las historias que recogimos, algunas fueron tristes, increibles y otras, como la de la pantalla, muy emotivas. La encontramos en Cañada de Gomez, alli un antiguo cine tenia solo una persona para atenderlo, el administrador, el boletero, el acomodador, el chocolatero y el proyectorista eran solo uno: Elmo.
Al recibirnos en su oficina se abrio con miles de anecdotas. Nosotros no teniamos muy claro que lograriamos de esa charla, nuestro afan de busqueda nos hacia dar vueltas las baldosas, hablar como locos con todo el mundo y basicamente parecer confiables. Elmo enseguida entendio nuestro pedido y durante la hora que estuvimos con el, una a una fueron apareciendo las imagenes de su vida, su pasado, su presente y tambien cual creia seria su futuro. Hasta algunas lagrimas hubieron en esa charla. Al caer la tarde y mandar el relato a la productora desde un cyber, aconsejé que fuera el propio Elmo el relator de la historia, por suerte el director tambien lo vio asi y entonces se logró lo que van a ver, una publicidad de Monsanto, pero algo mas, la historia breve de Elmo en apenas 50´.
Una historia tipica de un cine de pueblo
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