martes, 4 de marzo de 2008

De Juan Pablo Melizza.

Los que conocemos a Juan Pablo extrañamos sus textos. El cierre de sus blogs dejan a veces una especie de deseo amargo de despedida forzada e inexplicable. Aunque cada tanto se me presente con algo y creo entonces conveniente darle lugar aqui. PAra aquellos que lo conocen y lo añoran , sepan que pronto dara una sorpresa. Mientras tanto vamos esperando con lo que sigue.




"Nada se compara contigo"


Me llamó a una hora que puede ser demasiado temprano para ciertas cosas y demasiado tarde para otras. Esto es válido si nos tomamos en serio el humor inteligente de Woody Allen. El cielo estaba lleno de nubes que desprolijas corrían rápido, presas del viento. Ninguna estrella miraba mis ojos, pero eso no importa. La voz de un amigo inquietó esa fibra que nos levanta de cualquier sueño y nos dispara en busca del tipo que necesita un abrazo.

Caminé las cuadras de rigor y nos encontramos en una esquina que se acerca bastante al bar donde compartimos una cerveza de cuando en cuando, la excusa de la charla profunda, esa charla que vale más por el silencio compartido que por el palabrerío que silba en las oscuridades del alma.

Pensé que ya no sentía nada, me dijo, pero me puse a hojear una novela de Auster, "El libro de la ilusiones", y me conmovió de nuevo el dolor del hombre que perdió a su familia, y después de una larga temporada de depresión, encuentra una mueca semejante a la sonrisa en escenas de una película muda... Algo así me pasó hace un rato... Che, disculpá que te llamé a esta hora...

La cerveza era una porquería tibia, una espuma dura y unas burbujas berretas que no se animaban a nada. Sonaba la música de las radios que hacen vibrar la madrugada. Una flaca charlaba con su novio y mostraba, por encima de un jean azul, una tanga blanca que aseguraba cubrir muy poco. Para calentarse mirándola.

Algo así me pasó, repitió buscando mis ojos, como si quisiera que le mirara las palabras. El insomnio me hace ver todos los colores de la noche, puse la tele y apareció una belleza que siempre me saca una lágrima de los ojos...Es un video clip de 1990, o por ahí, de una mujer especial, qué sé yo, por lo menos especial en ese video. "Nada se compara contigo", no sé si lo viste. Una chica hermosa, con el pelo corto, mirando a la cámara, unos rasgos finos, preciosos, unos ojos que lloran sin lágrimas, hasta que de pronto una gotita de luz recorre una de sus mejillas, algo simple y sincero... Sí, la dolida sinceridad de una mina que se llama Sinead O'Connor...Una vez rompió ante cámaras una foto de Juan Pablo II, una artista como pocas...Y no sé, algo me pasó. Me acordé de...

Sus palabras eran la poesía de una noche triste, la máscara brillante de una soledad que se cansó de la soledad. Llené su vaso de cerveza, y habló, tal vez pensando que sus palabras eran un hechizo, un pretexto para postergar algo que tarde o temprano sucedería, el llanto.


Juan Pablo Melizza

2 comentarios:

MaxD dijo...

Qué grande JP. Me alegro que le publiques los textos. Espero ansioso su reaparición.

Sol dijo...

Es un genio Juan Pablo, un genio. Yo también lo extraño. :(

Beso.